Desde el 7 de febrero de 2009 no se disputa un derbi en la ciudad hispalense, por lo que el de la próxima semana se está preparando con especial mimo, sobre todo por el consejo de administración verdiblanco, que se estrena en un encuentro de máxima rivalidad. Ayer, una delegación de ambos clubes mantuvo una reunión en el Benito Villamarín para cerrar tanto la agenda de actos comunes de la próxima semana como otro tipo de medidas que se adoptarán para que todo transcurra con normalidad.

Por parte del Betis, el vicepresidente Pablo Gómez Falcón, el consejero José Antonio Bosch y el director general, Santiago Pozas, fueron los representantes, aunque el presidente, Miguel Guillén, y el presidente de la Fundación Real Betis, Rafael Gordillo, fueron los encargados de recibir a la delegación sevillista, compuesta por el vicepresidente José Castro, el vicesecretario del consejo José María del Nido Carrasco y el consejero Manuel Vizcaíno.

Las buenas relaciones existentes entre ambos consejos provocará que la próxima semana se produzcan varios encuentros comunes, uno de ellos previsto junto al alcade, Juan Ignacio Zoido, a la vez que por parte del Betis se recuperará la tradicional almuerzo oficial entre clubes, una costumbre que se perdió en los últimos años, después de los enfrentamientos que existieran entre anteriores dirigentes.