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100: Cifra redonda tras un inicio que hace soñar

  • Jiménez llega al centenar de partidos con el Sevilla en el mejor momento de reconocimiento a su labor · Sus decisiones tácticas y el juego ya se valoran más que sus grandes números

Había muchos reticentes que esperaban el partido del domingo ante el Real Madrid para mover su pulgar hacia arriba o hacia abajo. "El domingo quiero ver yo a Jiménez", decía más de un aficionado al que no le bastaba aún la impresionante racha de juego y victorias que arrastraba el Sevilla antes de calibrarse en el primer test de primerísimo nivel del curso. Y los pulgares, en casi todos los casos, se dirigieron hacia arriba. Por muchas razones, y no sólo porque el conjunto que adiestra Manuel Jiménez se haya ganado el respeto de la Liga y haya reivindicado su derecho a soñar. Entre ellas, o sobre todo, está la valentía de sus decisiones tácticas ante un coloso que llegaba lanzado e invicto.

Curiosamente, el técnico de Arahal ha obtenido el mayor reconocimiento de parte de la prensa y de la afición coincidiendo con una efeméride de la que estará muy orgulloso. Ante el Real Madrid, Jiménez dirigió su partido oficial número 100 al frente del Sevilla y lo celebró logrando el triunfo después de apostar claramente por tutear al poderosísimo conjunto de Manuel Pellegrini.

El arahalense optó por varias decisiones muy arriesgadas tanto en la confección de su once titular como en la predisposición del equipo a la hora de afrontar el choque e ir por el partido con descaro desde el principio. Sorprendió que dejara en el banquillo a dos vacas sagradas del Sevilla reciente como Kanoute y Escudé. También llamó la atención su apuesta por Dragutinovic como central zurdo. Y más aún descolocó a más de uno que, sobre la marcha, ubicara a Konko como central diestro cuando Squillaci se lesionó en el minuto 23, con más de una hora de partido por delante.

Y el fútbol terminó dándole la razón, pues Negredo fue de los mejores hasta que fue sustituido por Kanoute, Dragutinovic se erigió en un baluarte infranqueable y mandó con criterio, anticipación y valentía en la defensa, y Konko cumplió con creces en su inédito cometido hasta ahora en el Sevilla como central.

Este mismo verano, cuando Dragutinovic tenía dos pies fuera, camino de Olympiacos, y Konko estaba despertando muchísimas dudas ante una nueva recaída en sus lesiones, nadie podría imaginar que los dos formarían el tándem de centrales para frenar al ataque más poderoso de toda Europa, un equipo que había marcado 24 goles en ocho partidos, entre Liga y Champions. Y Jiménez acertó de pleno al ubicar a dos de los jugadores más en forma de su plantilla en el eje de la retaguardia. Arriesgó apostando por su velocidad y su capacidad de anticipación y acertó de pleno.

Eso, sumado a la elección de un once con laterales muy ofensivos y cinco jugadores de nítido carácter atacante, Renato, Jesús Navas, Perotti, Negredo y Luis Fabiano, terminó de convencer a los reticentes que siempre hay y habrá. Y por ello, ahora, tras el sonado triunfo sobre el equipo de Pellegrini, se valoran ya más sus decisiones tácticas que sus inmejorables números. Porque si hay alguna conclusión sobre las estadísticas de Jiménez en sus 100 partidos oficiales con el Sevilla es que gana muchísimo más que pierde. Y ahora, una vez que ha podido disponer de al menos 22 profesionales en plenas condiciones, en una plantilla que ha subido muchísimo el nivel general, ha demostrado que también sabe repartir minutos y elegir a los jugadores que están en mejor momento de forma, sin temblarle el pulso para sentar a Kanoute o Escudé que tantísima expectación había despertado.

El curso acaba de empezar y queda muchísimo por delante. Tras los ocho primeros partidos oficiales, el Sevilla de Jiménez ha despertado entre sus aficionados una euforia desmedida. Y sólo cabe que tanta ilusión no se convierta en frustración al primer tropiezo, que lo habrá, porque así lo dicta el fútbol.

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