Deportes

Tratado con su propia medicina

  • El orden táctico de un Málaga superior en lo físico e inteligentemente posicionado acaba desesperando al equipo de Jiménez · Perder balones divididos y fallos en la entrega, el precio del esfuerzo del jueves

Sin contar a Crespo, que tuvo un regreso muy desafortunado, el futbolista que no había jugado ni un solo minuto en el mes de octubre fue el que tuvo las ideas más claras. Luis Fabiano parecía desesperado viendo cómo sus compañeros se aturrullaban hasta terminar chocando con el muro inteligentemente dispuesto por Antonio Tapia. El Málaga hizo ayer de Sevilla y se presentó en el Ramón Sánchez-Pizjuán con un sistema defensivo tan sólido como con el que presumían los nervionenses. Demostró que también es un equipo en racha -cuarta victoria consecutiva- y, sobre todo, supo sacar ventaja de la superioridad física que le dio no haber jugado un partido europeo durante la semana. Ganó cada balón dividido, hizo caer en errores a los jugadores de su rival en las entregas y mantuvo la pelota con velocidad cuando lo necesitó.

Defensa

Pese a que fue la tarde tonta en la que se volatilizaron como el éter todos los récords, el sistema defensivo bajó algún punto sus prestaciones, pero no más. Desentonó Crespo, pero no concedió más ocasiones que la del gol salvo cuando, en la segunda parte, salió a la desesperada y Jiménez decidió jugar sin lateral derecho. Pero es que el físico pasó factura. Aunque Duscher no jugó ante el Stuttgart, se contagió del precario estado de compañeros como Maresca o Adriano, que no podían con el partido.

Ataque

Los dos hombres llamados a crear en el Sevilla, Maresca y Renato, no conectaron porque el Málaga, además de taponar las bandas buscando el dos contra uno, logró aislarlos. Jiménez intentó corregir esto con la mayor presencia física de Romaric, pero Tapia tenía bien preparadas todas las opciones. Aun así, Luis Fabiano tuvo algunas ocasiones para haber marcado.

Virtudes

El colchón de puntos.

Talón de aquiles

El día que tuvo en el campo a delanteros de verdad no encontró el camino correcto hacia ellos. Quizá habiendo ayudado a las bandas más que al centro...

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