Como en las noches históricas, este derbi de noviembre se empeñó en batir marcas. Las rozó, pero algunas estuvieron cerca. El número 117 de la historia de todos los derbis quedó para los anales por el rapidísimo 1-0 anotado por el Sevilla y también, claro, por ese 4-0 que curiosamente jamás se había dado en el Sánchez-Pizjuán en Primera.

Lo que sí es seguro es que el 4-0 que el marcador reflejó ayer a las once de la noche hace feliz a media ciudad y le amarga la semana -y algo más según qué caso- a la otra media. Goles con velocidad (el tercero más rápido de la historia de los derbis, igualado quizá a uno de Del Sol), con calidad, porque fueron de bella factura, y en cantidad, porque el resultado significa la segunda mayor goleada del Sevilla sobre el Betis en Nervión. Equiparable por diferencia de goles con el 5-1 de hace un año, este 4-0 se pone inmediatamente detrás del 5-0 de la lejana campaña 42-43, con doblete de Raimundo y triplete (todavía no estaba inventado lo de hat-trick) de Berrocal. Por cierto, que marcó el primero en el minuto 3.

Y es que les ha dado en los derbis por no esperar al que se demora en el aparcamiento. Más vale llegar con tiempo suficiente al asiento, pues aquí nadie espera a nadie. Y aunque esta vez no estaba Adrián para echarle las culpas, debería ser el entrenador del Betis quien tenga que analizar si quizás esto no tiene más que ver con él que con los futbolistas. Esta vez en el saque de centro fue su equipo el que salió a morder, pero todo se le vuelve en contra. Producto de esa presión la defensa sevillista se quitó el balón de encima con un pelotazo que cazó Reyes amortiguándolo con almohadones de oro para Bacca.

Pepe Mel, además, sabe de esto un rato y si en el derbi de la pasada temporada el utrerano le arrebataba el honor de marcar el gol más rápido de la historia de todos los duelos de la máxima rivalidad, ayer por poco lo desbanca de la segunda posición el colombiano Bacca. No batió la marca de los 14 segundos de Reyes, por supuesto que no, ni tampoco los 35 segundos que tardó Pepe Mel en la temporada 90-91, un tanto que al final se encontró con la remontada de los de Cantatore (3-2). Bacca marcó al minuto y los 54 segundos tras aprovechar, claro, un pase genial de Reyes, que si en su segunda etapa en Nervión ha perdido velocidad en las piernas la ganó a la hora de pensar en fútbol. El utrerano protagoniza una positiva estadística para su equipo que lo hace imprescindible en los derbis. Aparte de marcar y decidir al aprovechar aquel error de Adrián, Reyes ha firmado cuatro asistencias de los últimos tres derbis. La noche del 5-1, aparte de marcar dos goles, puso un balón en la cabeza de Fazio que significó el 4-0 y, ya en la vuelta en el Benito Villamarín, sirvió el 0-1 a Rakitic y el 0-3 a Negredo.

El Sevilla, en la decimocuarta jornada, es gracias a estos tantos de ayer el cuarto equipo más goleador de Primera con 27 anotados tras los 42 del Real Madrid, los 40 del Barça y los 38 del Atlético. Meritorio y con la distancia proporcional que da no tener a Cristiano Ronaldo, Messi y Diego Costa ni los presupuestos que pagan sus sueldos. El Betis, por su parte, no recibía 28 goles en las 14 primeras jornadas de una Liga de Primera desde la temporada 67-68.

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