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Una alternativa por fraguar

  • Al plan B, con Rodri por Romaric, le faltó continuidad en el ataque para dar con la tecla · Pese a los condicionantes, con un Negredo más certero habría ganado

La tragedia del Sevilla es que, en plena recomposición, no puede perdonar nada. Ayer lo hizo Negredo en un par de ocasiones claras. También Rodri con ese disparo en el último suspiro, pero la Champions es más quimera que nunca porque al equipo, en conjunto, siempre le faltó algo para demostrar que se merece jugar esa competición. Al lastre de tener que buscar sustituto a Kanoute, con el fallido intento de Romaric, se sumó el de Diego Capel a pierna cambiada. Y encima, el desajuste general provocó dos goles en las dos primeras llegadas del Mallorca. Aun así, pudo ganar, pues generó ocasiones para ello. Con Rodri, puede haber alternativa a Kanoute, pero el sistema aún necesita fraguar.

Defensa

La tendencia de Martín Cáceres a sacar el balón es un problema a subsanar. Deja huecos a sus espaldas y Medel no se bastó para realizarle la cobertura y tapar también el agujero que provocaba un ausente Romaric. El marfileño no tiene el mínimo ritmo para la Primera División y eso provocó un desajuste que supo aprovechar Tejera para hallar huecos a la espalda de Medel. El chileno, ante tanto espacio por cubrir, empezó desquiciado, como cuando salió mal en el 2-1. En la segunda parte, el sistema defensivo mejoró. Medel fue ayudado por los dos centrales y los laterales no dejaron que les cogieran las espaldas.

Ataque

Las bajas de Jesús Navas y Kanoute se notan. Manzano reaccionó pronto buscando el plan B con el ingreso de Rodri, quien con su movilidad ofreció una línea de pase en la mediapunta. Pero Diego Capel siguió sufriendo a pierna cambiada, Alfaro no lo mejoró y Negredo cambió la posición con Rodri y se perdió la conexión con Rakitic en los tres cuartos. Así, Cáceres tuvo que acarrear muchos balones y ofreció los dos goles (el penalti y el error de Aouate). Sin continuidad, y con Negredo sin tino, el Sevilla llegó a arreones, cuando Rakitic aparecía fugazmente. Faltó la precisión del remate. Ni Negredo ni Rodri la tuvieron.

Virtudes

El equipo tuvo para igualar dos veces e incluso para ganar. Y Rodri ofrece una alternativa.

Talón de aquiles

Echar de menos a dos futbolistas no es de equipo de Champions.

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