liga 1, 2, 3

Con las chanclas antes de tiempo (2-3)

  • El Sevilla Atlético encaja su segunda derrota seguida y no cierra la permanencia.

  • De nuevo, una gris versión.

Ivi corre a la pelota tras anotar el penalti.

Ivi corre a la pelota tras anotar el penalti. / Víctor Rodríguez

Era un partido trampa... y el Sevilla Atlético cayó en ella. El Mallorca, que sólo había ganado una vez esta temporada lejos del Iberostar Estadio, asaltó el Sánchez-Pizjuán y se convierte así en el segundo equipo que sale de Nervión con el botín de los tres puntos, algo que sólo había conseguido hasta ahora el Reus.

Quizás por exceso de confianza ante la situación de los dos últimos rivales, o quizás porque el vestuario ha creído que la temporada ya estaba finiquitada mucho antes de tiempo y sus integrantes se calzaron las chanclas ya, pero lo cierto es que la imagen ofrecida por el equipo de Diego Martínez, tanto ante el conjunto balear como ante el Almería hace una semana, no es la misma que, por ejemplo, ante el Valladolid con una sonora goleada.Tras ese partido, la salvación se podía casi tocar con la yema de los dedos. La misma que ahora se ha puesto algo más cara con estas dos derrotas consecutivas, pero que sigue dependiendo de los resultados que el Sevilla Atlético consiga de aquí a final de temporada. Ahora mismo son cinco los puntos que el cuadro hispalense tiene con respecto a los puestos de descenso. Los equipos de la zona baja se han puesto las pilas en los últimos encuentros y las cosas se aprietan, por lo que mal haría el filial en confiarse y creer que todo está hecho, cuando aún faltan seis encuentros por disputarse. Nadie puede dar por muerto a nadie hasta que la competición se acabe o el objetivo se alcance de forma matemática.

Al Sevilla Atlético le costó entrar en el partido. Mucho, además. Por eso, el encuentro fue un monólogo del Mallorca durante la primera media hora de encuentro, en el que Santamaría fue un mero espectador de lo que ocurría por el área de Caro.

Sólo la falta de puntería en los últimos metros, que demuestra el por qué están en la difícil situación en la que se encuentran en Liga, impidió que los visitantes anotaran mucho antes de lo que lo hicieron. Su gol llegó desde los once metros después de un penalti, absurdo pero punible, que Bernardo Cruz cometió sobre Brandon. El propio atacante fue el encargado de lanzarlo y batir a Caro.

Ni el sopapo en forma de tanto despertó de forma inmediata al Sevilla Atlético, que aún ni se había paseado por el área visitante. Lo hizo, a falta de cinco minutos para que finalizara el primer acto, de forma tímida y con un remate de Borja Lasso tras un centro de Marc Gual. Se enchufó algo el conjunto local, aunque el pitido final del descanso cortó su progresión.

Salió con más ímpetu tras el paso por vestuarios el equipo de Diego Martínez, poniendo a prueba los reflejos de Santamaría. Tres saques de esquina consecutivos dieron buena muestra de ello. Borja Lasso tuvo una clarísima bajo palos, pero el mediapunta sevillano falló de forma casi sorprendente. También Marc Gual, con un disparo casi sin veneno, lo intentó.

Pero para de contar. Porque Moutinho, que ya lo intentó mucho en la primera mitad, paró toda sintomatología de remontada con un zapatazo que sorprendió a Caro y que entró en la portería tras rebotar en el larguero.

En la siguiente jugada, acortó distancias en el marcador Ivi, con un cabezazo que, con suspense tras golpear también en la madera horizontal, se coló en la portería de Santamaría.

Ampliaría su ventaja Moutinho prácticamente a placer pasada la hora de partido. Pero el Mallorca, autodestructivo, regaló un penalti a falta de cinco minutos que Ivi anotó para dar algo de emoción a los últimos instantes.

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