El acto de la despedida tuvo momentos emotivos, momentos fríos y momentos distendidos. José Castro lo inició leyendo unas breves y algo frías, más por el tono que por el contenido, palabras de agradecimiento. El futbolista reconoció que el presidente del Sevilla había sido muy importante en las últimas semanas por el esfuerzo realizado por el club para su traspaso, pero no pudo aclarar bien por qué dejó en evidencia al dirigente cuando éste anunció, de camino a Maribor, que el acuerdo de la renovación estaba cerrado. Se perdió en explicaciones vanas. "Algún fallo de comunicación", atisbó a decir.

Castro tenía motivos para la frialdad. Más de una vez ha dicho que no le gusta la forma en la que ha salido después de haber acordado hasta 5,2 millones de euros brutos por temporada para que renovase. "Ivan no ha necesitado cientos de partidos para calar hondo en el sevillismo. Con 149 le ha bastado para convertirse en un futbolista determinante y necesario para explicar este Sevilla grande y moderno -dijo el presidente-. Desde el principio se ha adaptado al club e hizo suya nuestra idiosincrasia y por eso el Sevilla quiere agradecerle públicamente los servicios prestados y le deseamos toda la suerte en esta nueva aventura que él ha decidido iniciar", declaró brevemente, con esa coletilla sobre su decisión final contraria a la idea del Sevilla de renovarle el contrato.

Rakitic confió en que su hueco será cubierto de sobras. Incluso fue preguntado por uno de los nombres que suenan para el mediocampo, su compañero de selección Brozovic. "Tiene calidad de sobra y es joven, pero no es fácil llegar a un club como el Sevilla", dijo sin dar más pistas.

Tiró de buen humor Rakitic cuando habló de Monchi y la planificación. "El equipo tiene una situación diferente de la temporada pasada, el sevillismo tiene y puede que confiar en Monchi y el presidente, porque lo que ha pasado ha sido increíble, después de que salieran 15 futbolistas, nadie tenía en cuenta al Sevilla, y casi llegamos a clasificarnos para la Champions, y ganamos el título europeo. Yo creo que cada sevillista debería tener un cuadro de Monchi en su cuarto", dijo con sorna, en un último guiño.