Informe técnico

Si el entrenador no lo ve...

  • Manzano, pese a avisar en la previa del juego interior del Villarreal, regala la superioridad numérica en el centro y tarda una eternidad en intentar corregirlo · La efectividad arriba y Javi Varas evitan la remontada.

Un mal resultado nunca debe empañar un buen partido, un buen planteamiento, un buen desarrollo táctico del mismo en su globalidad. Requerirá analizar los errores puntuales (el fallo en una marca, una mala cobertura...) que hayan llevado a la derrota, pero que no oscurecerá el trabajo bien hecho. Pero igual debe suceder al revés. Es lo justo, o debería ser lo justo. El Sevilla le ganó anoche al Villarreal y algo bueno haría para sumar los tres puntos, pero no completó lo que puede decirse un partido brillante en lo táctico. Más bien al contrario, el nivel defensivo del equipo de Manzano fue un desastre absoluto, nunca controló el encuentro pese a tenerlo muy de cara desde los primeros compases y se lo complicó absurdamente sin tener respuesta desde el banquillo.

Javi Varas fue el héroe, el salvador de la noche, pero el juego del Villarreal debió ser frenado mucho más adelante, donde no fue capaz el Sevilla de contrarrestar no sólo la superioridad numérica que la suma de los sistemas de ambos equipos arrojaba, sino la descoordinación en la presión que protagonizaban los jugadores del Sevilla. Manzano tardó en verlo, si es que finalmenle lo vio porque parecía convencido de lo contrario, y el sufrimiento se alargó demasiado.

Defensa

Si el entrenador avisaba acertadamente en la previa del partido de que la clave iba a estar en dominar el centro del campo, donde es verdad que el Villarreal tiene futbolistas muy capacitados en el juego interior, no se entiende que regalara entonces esa parcela del campo. Rodri desequilibraba el dibujo táctico y Zokora terminaba de convertirlo todo en un galimatías que sólo el amor propio de Rakitic -el hombre que más balones recuperó- lograba mantener al Sevilla en el partido. Además, la movilidad de los puntas rivales tenía a Fazio, pendiente de los huecos que dejaba Zokora, absolutamente fuera de sitio y sin enterarse por dónde le venían los rivales.

Fueron pasando los minutos y Manzano parecía ser el único en no ver esta situación hasta que, ya a la hora de juego, sacó a Romaric por un Rodri que corre el peligro de perderse si siguen encomendándole funciones que no sabe ni jamás sabrá llevar a cabo.

Ataque

Perotti conduciendo, Rakitic en las transiciones y Negredo con su fútbol por el exterior. Nada más. Así y todo, el partido se fue encarrilando con una arrancada de Zokora con bastante suerte -ya había perdido la posesión- que vuelve a dar pistas de dónde puede ser efectivo este futbolista que nunca jamás desde que llegó ha jugado en el Sevilla en su verdadero puesto. Con la salida de Romaric, el balón estuvo algo más en poder de los blancos, pero sin llegar a frenar el partido.

Otro aspecto digno de mencionar es la importantísima aportación de Javi Varas en la salida del balón. En esa función mejora muchísimo a Palop (por serenidad, por dirección, por potencia...). Y así, por ejemplo, llegó el tercer gol, obra de Romaric.

Virtudes

Una gran efectividad arriba y el efecto salvador de Javi Varas. El portero evitó hasta tres goles clarísimos del equipo de Garrido.

Talón de aquiles

No es que faltara Medel, es que la descoordinación en la presión y la mala situación de los jugadores en el campo fue evidente desde el minuto uno hasta el último. Incapaz de mandar en el partido pese a llevarlo siempre de cara.

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