Sevilla | málaga · el otro partido

Un feo guiño del destino

  • El Sevilla cortó su gran racha triunfal el día que se cumplía un año de la elección de Jiménez como sustituto de Juande · Cortocircuito en el regreso de los puntas

Amanecía un día idóneo para que el sevillismo disfrutase con otro triunfo de su equipo y todo se fue al traste en un feo guiño del destino. Algún día llegará la derrota, había dicho Manolo Jiménez en más de una ocasión cuando se le recordaba la excelente racha triunfal de su equipo. Y, cosas del fútbol, ésta llegó cuando cumplía justo un año como entrenador in pectore del Sevilla.Tal día como hoy hace un año, Juande Ramos abandonaba el club de Nervión camino de las libras del Tottenham y al entrenador del filial se le comunicaba que al día siguiente tenía que dirigir la primera plantilla, en la previa del partido del Valencia. Nadie contaba con el Málaga, que desde su refundación sólo encajó una derrota en Nervión, hace tres temporadas, por cuatro victorias en el Sánchez-Pizjuán, cinco ya con la de ayer.

El memento mori con el que recordaba Jiménez que algún día se truncaría la racha llegó en una fecha en la que muchos sevillistas se levantaron con una sonrisa por la destitución del traidor Juande Ramos en el Tottenham -que ayer ganó ya sin él-. Al revés que en los tiempos de la antigua Roma, en el Sevilla ha sido el general el que ha enviado un mensaje recurrente a su tropa sobre el peligro de la soberbia. "Recuerda que has de morir", era la frase dirigida al general victorioso en sus entradas triunfales. Y Jiménez ayer tuvo que reconocerlo: "Esto era previsible, algún día tenía que llegar".

Entre el orden táctico del Málaga y la ansiedad de muchos de los jugadores del Sevilla, el sevillismo vivió la primera derrota después de seis meses y una semana. Como el pasado 19 de abril ante el Almería, el conjunto de Jiménez tenía una bonita zanahoria que perseguir en forma de liderato, que hubiera llegado de haber sumado los tres puntos. Entonces falló el Atlético y el premio era el ingreso en la zona Champions. Ahora, el que falló fue el Valencia y la golosina hubiera sido el primer puesto en la clasificación.

Con el gol de Adrián, además, Palop, que salvó en el tramo final un par de contragolpes de forma milagrosa, perdió su racha de imbatibilidad en la Liga. La esplendorosa marca del meta valenciano se ha quedado en 510 minutos. Hasta el gol del hábil atacante malaguista al cuarto de hora de partido acumulaba 495 minutos.

Además, el tanto acaba también con una racha de partidos sin perder. Desde aquella noche ante el Almería, el Sevilla de Jiménez acumulaba 15 encuentros sin doblar su rodilla.

Aun así, el ordenado Málaga de Antonio Tapia no manchó el inmaculado mejor arranque liguero de la historia del club. Eso sí, supo trabar el encuentro y sacar la ansiedad en muchos de los hombres del ataque sevillista. A Maresca la faltó precisión, como a Renato, y ambos acabaron siendo sustituidos. Jesús Navas no lograba nunca que Calleja no se le anticipase. Adriano, en una niñería, se fue antes de tiempo por una justa expulsión... Y todo en el regreso de los dos delanteros: Luis Fabiano de titular y Chevantón de nulo revulsivo, pues se dedicó a pelearse con el auxiliar, el árbitro, Weligton y todo el que pasaba por su lado antes que buscar la mejor opción de juego.

Con la referencia del delantero centro, el Sevilla perdió el norte. Se precipitó, se obcecó en la búsqueda del killer en muchas fases. Y Luis Fabiano hizo lo que pudo, con un precioso lanzamiento al larguero y un jugadón que Weligton evitó que fuera gol junto al palo. El ordenado Málaga se salió con la suya y disfrutó de su particular derbi. En un día muy especial, en un feo guiño.

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