Con Yevhen Konoplyanka ya trabajando en La Manga del Mar Menor y con Mariano Ferreira en Sevilla desde esta misma noche, la hoja de ruta en la planificación del Sevilla se acerca a su fin. La dirección deportiva ha querido acelerar esta temporada para llegar a la Supercopa de Europa con el trabajo más que hecho y con el equipo bien acoplado. La experiencia de la edición de la pasada campaña en Cardiff, en la que el Sevilla estaba a medio hacer (con Alberto Moreno saliendo horas antes del partido con destino a Liverpool, sin Banega...), ha animado a los técnicos a tener a todos los jugadores con varias semanas de trabajo.

Para el Sevilla, un título es un título y el entrenador de los nervionenses celebra saber de antemano con qué materia prima va a contar e irla metiendo en la máquina amasadora.

A día de hoy, la plantilla está cerrada en un 95%. José Castro comprobó el buen ambiente en la concentración desde ayer tras llegar pasada la medianoche el viernes. Aquí se quiere parar Monchi a esperar. Lo que habrá es lo que está ya, sólo a riesgo de que llegue una gran oferta que, como ha pasado y seguirá pasando, deje otra vez en la caja una gran inyección de dinero y a Emery sin otro de sus puntales. Es lo único que no puede controlar el Sevilla. Pasó con Fazio la temporada pasada, ha pasado con Aleix Vidal y Bacca este año y rectores saben que aún queda verano y más de un futbolista deseado por grandes equipos en el mercado.

En este sentido, hay muchas especulaciones, pero los movimientos de verdad no han llegado. En la tercera planta del Sánchez-Pizjuán reposan un puñado de ofertas por algunos de los primeros espadas de este Sevilla que ni siquiera se estudian en los despachos. Lo peor es que el mercado no se ha empezado a mover de verdad y que cualquier equipo que haga una venta importante (o sin necesidad de ello en algunos casos) puede ir en serio por alguno de los jugadores importantes. Krychowiak y Vitolo pueden ser algunos de los más golosos, pero no los únicos. Por Tremoulinas se comenta que el PSG podría preparar una oferta.

En todos los casos el Sevilla tiene clara una cosa, que se remitirá a la cláusula de rescisión de sus contratros. Pero como éstas podrían considerarse asequibles para equipos de la Premier o de Italia, los hipotéticos sustitutos están relativamente controlados por la dirección deportiva.

Son, pues, los únicos movimientos que puede experimentar el plantel, a excepción de la última incorporación para completar la ficha libre que queda, aunque en eso la idea es ver la evolución del equipo en los amistosos de nivel que los de Emery tendrán a partir de la próxima semana.

Y si en un principio un tercer delantero era el objetivo, puede que la prioridad se acerque más a un defensa central o a un medio centro (lo ideal es alguien que aúne las dos posiciones), aunque todo será con el transcurrir de la pretemporada y con las carencias que los técnicos detecten, puesto que además es ahora cuando Emery puede apreciar si algunos jugadores pueden ocupar distintas posiciones. Pero, de entrada, la lesión de Pareja y la salida de Arribas dejaron al equipo con sólo tres centrales ya con la llegada de Rami. A ello se une, la buena onda que hay con la consolidación definitiva de Juan Muñoz en la primera plantilla. Gana enteros, aunque aún deberá confirmar en los amistosos en Europa que está preparado para el salto y para completar la terna con Immobile y Gameiro. Su explosión, en cualquier caso, está asegurada, pues el Sevilla tiene doce ofertas por Juan Muñoz, incluso una de ellas de Primera Division.