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La noche de la nostalgia

  • El Sevilla se presenta ante su gente frente al subcampeón de la Serie A italiana, que llega de la mano de Monchi

  • El regreso de Jesús Navas y de Banega, con Sampaoli de testigo

Eduardo Berizzo posa ante el cartel y el precioso trofeo del homenaje a Antonio Puerta, que cumple hoy su novena edición.

Eduardo Berizzo posa ante el cartel y el precioso trofeo del homenaje a Antonio Puerta, que cumple hoy su novena edición. / juan carlos vázquez

Nostalgia a borbotones con motivo de los reencuentros más inesperados que provoca el fútbol. Nostalgia de profundas raíces y de reciente floración. Melancolía incluso en el recuerdo de Antonio Puerta y alegría por el regreso del que fuera su compañero de crecimiento y gloria, Jesús Navas. De trasfondo quedan imágenes como los inolvidables abrazos que ambos se pegaron la noche del 27 de abril de 2006, tras aquella jugada inscrita en platino en la historia del club, y del 16 de mayo de 2007, rojo pasional en Glasgow, que el propio palaciego recordó el pasado 1 de agosto tras firmar de nuevo por el Sevilla. Y como testigos de excepción de tal cascada de emociones íntimas, Monchi y Sampaoli, cada uno con su carga sentimental a cuestas en consonancia con lo que han vivido en Nervión, más uno que otro, obviamente.

Pocas excusas, aparte del obligado receso vacacional del que disfrutan muchos sevillistas, hay para que el Ramón Sánchez-Pizjuán no registre una gran entrada cuando dé comienzo el partido ante la Roma esta noche de nostalgia. Incluso la tardía hora escogida, las diez de la noche, ayuda a despejar cualquier duda provocada por las calores de la canícula, que también ha hecho un alto gracias a la brisa marina que trae el bendito poniente. Porque enfrente, si ya no fuera suficiente motivo homenajear al eterno héroe que falleció hará un decenio el próximo día 28, estará nada menos que el subcampeón de la liga italiana, una Roma que llega de la mano de Monchi en su intento de aumentar y reverdecer laureles.

Hacía mucho tiempo que, por motivos de calendario, el Sevilla no podía ubicar el Trofeo Antonio Puerta justo antes de que dé comienzo la temporada. Algún año hasta se quedó sin celebrarse. Se trata el de hoy, cuando se cumple la novena edición del homenaje, del último partido de pretemporada antes de que comience el fuego de verdad. Apenas una semana antes de que el play off de la Liga de Campeones calibre el verdadero nivel de este grupo al que está dando forma Eduardo Berizzo, de manera muy satisfactoria, según las propias palabras del entrenador argentino. La Roma no tiene que pasar ese duro fielato del cara o cruz al que obliga la UEFA para aquellos que no coparan la punta de las respectivas ligas y estará quizá un escaloncito por debajo, aunque la Serie A comienza ya mismo. Menos presión por estar al 100% tendrá, eso es seguro, porque no se juega en una eliminatoria el buen nacimiento de su nuevo proyecto. Y el Sevilla, sí: no puede fallar ante el Basaksehir y por eso lo de hoy es algo más que un homenaje, es una prueba casi de fuego real ante lo que está por venir, que sí tiene trascendencia en lo meramente competitivo.

Ver a Banega de nuevo al mando es otro aliciente. Como comprobar la adaptación de Muriel, o Kjaer, o Pizarro, las fintas de Nolito... Y las carreras de Jesús Navas por la misma banda en la que comenzó a dibujar esa jugada inolvidable que coronó Puerta con el zurdazo más bello y memorable que se recuerda por Nervión. Como dice Berizzo, participar en el homenaje a Puerta es un honor. La nostalgia hará el resto.

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