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Un oponente con pedigrí

  • El Sevilla se pone a prueba en 'su' Copa de la UEFA ante el Stuttgart, el penúltimo campeón de la Bundesliga alemana · Jiménez, que comienza a recuperar elementos, podrá contar con Renato y tal vez Luis Fabiano

El ritmo trepidante de competición no se detiene para el Sevilla. Con los ecos de su último triunfo liguero frente al Almería aún resonando, comienza la segunda fase en una competición muy querida por los seguidores nervionenses, la liguilla de la Copa de la UEFA. Y en este vértigo absoluto, comparece por Nervión un rival con mucho pedigrí. No se trata sólo de ese cartelito de alemán que ya acredita potencial a cualquier equipo, el Stuttgart es, además, el penúltimo campeón de la Bundesliga, nada más y nada menos que el penúltimo campeón. Pero no sólo eso, el equipo de la ciudad de la Mercedes pasa por tener un potencial económico que le permite no desprenderse de sus principales estrellas.

Tanto es así que un repaso a la plantilla del actual Stuttgart corrobora que sus elementos principales continúan en ella. Mario Gómez, Hitzlsperger, ambos internacionales alemanes, Cacau, Magnin, los mexicanos Pardo y Osorio, el brasileño Cacau, Delpierre, Hilbert, Tasci... Todos ellos fueron piezas básicas en aquel logro y sólo se han marchado desde entonces el portugués Fernando Meira y el suizo Streller, ambos a ligas menores como Turquía o Suiza, el brasileño Antonio da Silva y el actual guardameta suplente del Valencia Hildebrand, tal vez su elemento más añorado por la complicada sustitución que tuvo en la plantilla.

Sirva este recuento para demostrar que el Stuttgart es un rival de mucho cuidado y esta temporada volvía a partir como uno de los candidatos a pelearle al Bayern Múnich el título de esa Bundesliga donde el recién llegado Hoffenheim está deslumbrando a todos con su excelente juego. Dicho lo dicho, conviene precisar que este Sevilla no tiene nada que envidiarle a su rival alemán; al contrario, su potencial deportivo, con las dos plantillas al completo, estaría un punto por encima si esto se jugara como en una play station, con valores estandarizados por el ordenador.

Pero, afortunadamente, el fútbol no lo juegan, todavía, las máquinas y eso le otorga un elemento añadido como es el azar para que su hermosura sea plena gracias a la incertidumbre. Por ahí comienzan unas dificultades que en el caso del Sevilla se incrementan por el gran número de ausentes en los recuentos que puede realizar Manolo Jiménez antes de cada partido. Afortunadamente, sin embargo, para el técnico de Arahal hoy podrá contar con Renato, seguro, y con Luis Fabiano, aunque éste tendrá mucho que ver con que el día no amanezca con muchos riesgos por el estado del terreno de juego. Esa pareja sí garantizaría una delantera acorde a las circunstancias, aunque tanto Acosta como Romaric se encargaran de demostrar en Almería que también se puede contar con ellos en caso de necesidad.

La cuestión es que el Sevilla, aunque sea poco a poco, va recuperando efectivos después de esa plaga que asolara a la plantilla a raíz de los partidos de selecciones. Por cierto, el Stuttgart también perdió por idéntico motivo al sub 21 alemán Khedira, al mexicano Osorio y al rumano Marica, aunque éste pudo ser incluido finalmente entre los convocados para este encuentro.

Después de este repaso a los efectivos, llega el momento de valorar el formato de competición. Se trata de un torneo corto a una vuelta y la experiencia, suficientemente acumulada por este Sevilla, que la ganó en dos de los tres primeros años en que se disputó bajo este formato, dictamina que es fundamental no fallar como anfitrión para asegurar un buen puesto con vistas a los cruces. Al menos así es en la primeras jornadas, que otra cosa bien distinta sería el cierre, cuando ya está todo hecho y los partidos pierden mucha de su trascendencia. Sólo entonces el AZ Alkmaar de Van Gaal fue capaz de mancillar en esas liguillas el Sánchez-Pizjuán, donde antes habían caído por este orden en estos minitorneos el Alemannia Aachen, el AEKAtenas, ambos con Joaquín Caparrós, el Vitoria de Guimaraes, el Besiktas y el Sporting de Braga, ya con Juande Ramos en los dos años en los que el Sevilla acabó como campeón al final.

Aunque todo ello pertenezca al pasado, por muy cercano que éste sea, sí puede valer la experiencia para darle a este encuentro frente al Stuttgart la importancia que tiene para sacar uno de los tres boletos que dan derecho a disputar la siguiente fase. Por ello, es tan necesario un nuevo triunfo en este carrusel del partido a partido en el que se ven inmersos los hombres de Manolo Jiménez. Por cierto, bendito carrusel para todos los fieles a la causa nervionense a pesar de los esfuerzos físicos que esto exige. La mayor parte de los equipos darían lo que fuese por verse en una situación similar. Y ya llegará después el Málaga y hasta la Ponferradina.

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