Resulta tremendamente difícil buscarle las cosquillas a José María del Nido. Ni el tema de la derrota en el derbi, ni los cero puntos sumados en los tres partidos de la segunda vuelta, ni el crédito y la continuidad del entrenador, ni el hecho de no haber aprovechado el mercado de invierno para reforzar la plantilla... Ningún asunto por espinoso que sea hace vacilar al presidente del Sevilla, que mostró ayer su confianza en Manolo Jiménez al menos hasta el 30 de junio y recordó que la final de la Copa del Rey está al alcance de la mano.

El máximo dirigente sevillista ha cicatrizado la herida del último derbi, dando un paso adelante al calificar la derrota como "puntual". Fue su primera respuesta. "El fútbol es el día a día, el derbi pasó y ya hay que pensar en el partido importantísimo que tenemos ante un equipo que se está jugando la vida y el ser o no ser en Primera División (el Espanyol). Será un partido dificilísimo y el Sevilla, respetando al rival, como en todos los campos tiene que ir a ganar", indicó un Del Nido como siempre seguro de sí mismo al que se le recordó que en cierta ocasión dijo que una derrota debía significar una "crisis". Ahora, con tres consecutivas... "Sin lugar a dudas, tres derrotas seguidas, y también una sola, me preocupan. Pero desde el club no podemos hacer una análisis de aficionado. Hay que recordar que hemos jugado diez partidos en un mes. Como el Athletic y el Valencia, hemos perdido partidos en este mes, pero estamos en semifinales de Copa con ciertas posibilidades de estar en la final. Eso, unido al cúmulo de desgracias en forma de lesiones que nos persigue, nos ha pasado factura, pero tampoco el Valencia ganó en Pamplona, que clasificatoriamente era lo más lógico. Hicimos un esfuerzo con un campo anegado y encharcado ante el Ahtletic y lo pagamos en el derbi", explicó.

No quiso profundizar más en el escozor de haber perdido el derbi y así lo refirió. "No conduce a nada tener que seguir moviendo una puntual derrota del Sevilla con el Betis. Se ha producido, a nosotros nos ha venido mal porque esos tres puntos nos habrían dado una ventaja sobre nuestros perseguidores, y lo que hay que pensar es en el próximo partido", zanjó.

Igual de intransigente se mostró en el siempre recurrente tema de las decisiones o la capacidad del entrenador. En esto dejó claro que el club no piensa en un cambio en el banquillo bajo ningún concepto. "No es una cuestión que nos planteemos semana a semana. Para nosotros no hay debate sobre ese tema. Manolo Jiménez es el entrenador hasta el 30 de junio y una desgracia futbolística tendría que ocurrir para que nosotros nos planteásemos algo contrario". ¿Y una hipotética renovación? "No es un tema que nos ocupe, y tanto el entrenador como nosotros entendemos que hay que esperar a finalizar las dos competiciones en que afortunadamente estamos inmiscuidos para plantearnos la renovación".

También sobre haber dejado pasar la apertura del mercado de invierno sin reforzar la plantilla tuvo acertadas respuestas en Del Nido. Además, la idea le fue planteada con el fichaje de Oliveira por el Betis y alguien le dijo algo así como que el brasileño había ganado el derbi: "Yo no tengo la impresión de que Oliveira ganara el derbi ni mucho menos. El derbi lo ganó el Betis. Colaboró Oliveira, pero una onceava parte. El primer gol lo marcó Sergio García y quizá fue incluso mejor que el de Oliveira. Pero, en cualquier caso, nosotros no nos hemos planteado en ningún momento el fichaje de Oliveira".

Entroncó esta respuesta el presidente con la realidad que el aficionado de a pie no se para a pensar cuando pide o exige un fichaje en invierno. "Cuando hagáis el análisis de la posible incorporación de un delantero, os pido que lo hagáis compaginando los aspectos económicos con los deportivos. Un futbolista de estas características de los que tiene el Sevilla -no me voy a meter en los del Betis porque no conozco los números- cuesta una amortización de entre 5 y 6,5 millones de euros por jugador. Nosotros nos movemos en unos números y tenemos cuatro de esas características que nada más la amortización nos lleva a cerca de 30 millones de euros al año", dijo poniendo especial énfasis en la aclaración de la cota periódica. "Yo creo que hay que tener los pies en el suelo y decir que no vamos a incorporar otro para incrementar ese importe. Además, vuelvo a decir que plantea un problema deportivo cuando todos estén bien. Plantea un problema de vestuario y... ¿quién juega cuando estén los cinco?", añadió.

Por último, hilando con el tema, se refirió a la esperada recuperación de los lesionados en una plantilla con "veinte" internacionales. "Me preocupa y le preocupa a los servicios médicos. Pero hay que mirar las dos últimas lesiones que hemos tenido; un desgarro muscular (Escudé) y una torcedura de tobillo en un entrenamiento prácticamente terminado (Acosta). No tienen nada que ver una con la otra y que son imprevisibles. Habrá que seguir trabajando para evitar esas lesiones y poner los medios".