Deportes

Mucho ruido y pocas nueces en el asunto de los balones

  • El club constata tras varias reuniones que los recogepelotas no tenían órdenes de nadie.

El revuelo originado por el lanzamiento de varios balones al campo con el partido en juego en los últimos minutos del Sevilla-Villarreal del pasado domingo se va calmando dejando mucho ruido y pocas nueves, empezando por el enfado público mostrado por José María del Nido en caliente a los micrófonos de Canal Plus nada más terminar el partido. Para empezar, el Comité de Competición impuso ayer al Sevilla la misma multa que a otros clubes por anteriores casos, es decir, 602 euros, en virtud del artículo 110 de la norma de la RFEF -"alteración del orden del encuentro con carácter leve"-, y el hecho se repitió además en el Zaragoza-Almería del lunes.

Pero el Sevilla, por aquello de mantener limpia su imagen, ha querido llegar más allá e investigar internamente para hallar a los responsables de lo ocurrido, que, tras varias reuniones, ha quedado constatado que sólo obedeció a una decisión propia de uno de los recogepelotas en un momento de tensión y nada achacable a ningún tipo de consigna, como se había especulado en dirección al delegado del equipo, Cristóbal Soria, quien también hace las funciones de delegado de campo en los partidos de casa.

De hecho, nada más acabar el partido ante los villarrealenses y criticar el presidente lo ocurrido los recogepelotas mantuvieron una reunión con Manuel Vizcaíno, subdirector general de gestión y marketing, y José María del Nido Carrasco, vicesecretario del consejo, para intentar esclarecer lo que había ocurrido.

Pero las reuniones siguieron en la mañana de ayer y los jóvenes encargados de los balones fueron llamados, incluso, por el presidente vía telefónica y acudieron a las oficinas del estadio para arrojar más luz en el asunto. Allí fueron interrogados, de nuevo, y durante más de veinte minutos, por Vizcaíno, Monchi, un psicólogo responsable de su coordinación y un consejero más, confesando el recogepelotas que fue cazado por las cámaras de Canal Plus que había tirado el balón en un momento de crispación y por iniciativa propia, reconociendo su error y entendiendo que estas acciones serán vigiladas con lupa en el futuro por su gran trascendencia mediática. El club no tomará medidas contra el chaval, pero sí ha querido profundizar en el tema para saber si los recogepelotas habían recibido órdenes por parte de alguien de la entidad -las acusaciones apuntaban hacia Cristóbal Soria-, lo que ha quedado constatado tras las reuniones mantenidas que no se ajustaba a la realidad. El club ha querido así dar ejemplo en esta nueva moda.

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