Es verdad que está en su mejor momento, es verdad que la motivación que ha causado en la plantilla haber eliminado de la Copa a dos rivales claramente superiores como el Valencia y el Sevilla ha elevado varios puntos su nivel de rendimiento... En fútbol pasa eso, que los éxitos disparan la autoestima y tiene cierta repercusión a la hora de afrontar nuevos retos. Pero el Espanyol es un equipo que, poquito a poco, con sus recursos, ha crecido hacia un modelo fresco que, con el sello de Sergio González, empieza a ser respetado. Apuesta por los jóvenes y, curiosamente, en la rampa de lanzamiento está un ex sevillista, Jairo Morillas.

Y se advierte "con sus recursos", porque, por ejemplo, ha dado cinco bajas en el mercado de invierno para poder pagar a Hacienda, con salidas como Álex Fernández, cedido al Rijeka, o la de Eric, vendido al Villarreal por unos 6 millones. En la Liga encadena dos victorias, está en zona cómoda y mueve la plantilla de manera que casi no se notan las rotaciones, entre otras cosas por la mimética combinación de nombres y apellidos con parecida fonética. Lucas, Víctor Sánchez, Álvarez, Vázquez...

sin balón

En el partido del pasado jueves el cuadro periquito dio un clínic en Nervión de cómo se deben cerrar los espacios ante un rival que tiene la obligación de atacar. Con cuatro zagueros que se convertían en seis y la basculación bien coordinada, el Espanyol demostró que es una roca si se lo plantea, aunque curiosamente en la Liga ha defendido bastante mejor en casa que en sus visitas, en las que sólo ha ganado un partido y ha encajado 20 de sus 29 goles en contra.

En el sistema defensivo la colocación de Cañas se antoja fundamental, mientras que la irregularidad ha marcado el rendimiento de los centrales. Eso sí, con ayudas, coberturas y mucha atención, en los costados se ha hecho fuerte con el buen hacer de Arbilla y Duarte -tiene muy buena pinta el lateral izquierdo- y una buena dinámica de creación de superioridad numérica en las bandas.

con balón

El Espanyol es un equipo tremendamente inteligente con posesión de balón. Con jugadores con muy buen manejo en muy poco espacio de tiempo, los de Sergio salen con velocidad y, sobre todo, piensan. El juego entre líneas de Lucas Vázquez y Sergio García es letal a las contras y, para fijar, tienen a Caicedo y Stuani, dos arietes que son algo más que postes. Entre los cuatro mantienen una cifra considerable de goles. Luego, hay gente para tener el balón (Salva Sevilla...) y para jugar al espacio (Montañés...).

lo mejor

La contra y el juego entre líneas.

lo peor

Quizá el centro de la defensa.