El vestuario sevillista está más que fastidiado. Está desesperado. Los resultados no llegan por mucho que se ha trabajado y se ha hablado de los errores a corregir y de los aspectos a mejorar durante la semana previa. Y eso ocurre desde hace ya dos meses. La desazón es grande, como reconocieron los jugadores, que piden un triunfo de alivio.

Reyes jugó la segunda parte pese al dolor en la fascia plantar. "Estoy un poco peor que antes, pero quería intentar ayudar al equipo como fuera, aunque tuviera dolor. Al fin y al cabo, tampoco ha servido de nada". ¿Cuál es el problema, según él? "Como bien ha dicho el míster, está faltando la concentración, estar concentrados los 90 minutos. Tenemos momentos buenos y malos, pero un equipo como el Sevilla no se puede permitir los malos. Hay que cambiar la situación cuanto antes. El equipo está mal y estamos jodidos todos, pero hay que seguir adelante y ganar partidos. Hay que conseguir el primer triunfo del año ya, queremos estar entre los cuatro primeros".

Javi Varas fue muy ilustrativo sobre la sensación del vestuario: "Son momentos muy duros, el vestuario está hundido porque no llegan los resultados ni el buen juego, pasan las jornadas y son momentos muy jodidos. Si por algo se caracteriza este grupo, es por la unión y ahora más que nunca no podemos dejarnos llevar por los nervios ni por la situación, hay que estar unidos y salir adelante".

Según el meta, "el equipo parece nervioso, tenso, sin confianza, sin saber el porqué". "Necesitamos una victoria para salir de esto cuanto antes. No hay nada positivo en el día de hoy", dijo con un aire de resignación.

Escudé quiso explicar la polémica decisión de su entrenador al descanso: "Con tres atrás había más jugadores en el medio porque había muchos ahí que tocaban mucho y podía ayudar al equipo a tener más posesión del balón. Seguimos con la racha negativa, seguimos bajando en la clasificación. Y eso es lo que más nos duele como profesionales. Necesitmos una victoria".