La tragedia golpea a los pobres Cientos de miles de niños, los más vulnerables

Ahora, la amenaza del cólera

  • La situación trágica que vive Pakistán a consecuencia de las lluvias monzónicas supera en afectados a la catástrofe del 'tsunami' que en el año 2004 sacudió al sudeste asiático

Las inundaciones en Pakistán, cuyos devastadores efectos la ONU comparó con los del tsunami de 2004, han afectado a tres millones de niños, especialmente vulnerables a las enfermedades, en especial el cólera, epidemia que puede iniciarse en cualquier momento, e indefensos ante una situación trágica a la que los paquistaníes no ven el final.

Fuentes de organismos humanitarios alertaron de que la crisis actual "aumentará considerablemente" en los próximos meses los problemas de desnutrición infantil, un mal "muy extendido" ya en un colectivo -los menores de 18 años- que en Pakistán representan el 44% de los 170 millones de habitantes.

El coordinador de Emergencias de Unicef en el país surasiático, Óscar Butragueño, explicó que existe gran preocupación porque los niños damnificados reciban atención médica adecuada, pues son los "más vulnerables" a enfermedades como la diarrea, de la que se están registrando miles de casos debido a las aguas contaminadas. "El acceso a agua limpia es fundamental y también garantizar unas condiciones de higiene mínimas", observó una fuente de una ONG dedicada a la protección infantil.

Agregó que la pérdida de grandes terrenos de cultivos repercutirá "obviamente" en la nutrición de las comunidades afectadas.

Las peores inundaciones de los últimos 80 años en el territorio plantean además un negro horizonte para la educación, pues han destruido en pocos días más escuelas que la insurgencia talibán en los últimos tres años, mientras que los centros que quedan en pie sirven de albergue para decenas de miles de personas que han perdido sus hogares.

"Las escuelas van a sufrir. Habrá que rehabilitar", subrayó Butragueño, quien cifró en cerca de un millar los centros educativos que nos son funcionales en estos momentos.

Y por encima de los problemas más inmediatos planea la sombra de la potencial explotación de decenas de menores que han quedado huérfanos o separados de sus familias, entre 300 y 400, según estimaciones de Unicef, que calcula en 1.600 los muertos desde fines de julio.

La situación de los niños preocupa y también el avance de las aguas en el sureste del país, donde el río Indo inundó al menos 620 poblaciones de la provincia de Sindh, según aseguró un portavoz de la Autoridad Nacional de Gestión de Desastres, Ahmad Kamal.

"La estructura de las presas de Guddu y Sukkur resiste, a pesar de la enorme presión y de tener algunas brechas. Pero con las lluvias monzónicas que se prevén para esta semana la situación es todo un desafío", sostuvo Kamal.

Según esta fuente, además de en Sindh, donde los daños pueden ser todavía mucho mayores y se sigue evacuando a gente, las aguas vuelven a crear problemas en puntos ya afectados, "especialmente en las áreas en que confluyen dos ríos" de la vecina provincia oriental de Punjab, cuyo sistema de canales está bastante dañado.

Un portavoz de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, Maurizio Giuliano, afirmó que la catástrofe ha superado a la del tsunami que en 2004 sacudió el sudeste asiático, "en términos de afectados", que no de fallecidos.

Estas palabras llegan cuando la ONU está a punto de anunciar a la comunidad internacional un plan de asistencia inmediata para Pakistán para el que solicitará unos 360 millones de dólares, según fuentes humanitarias.

Con más de un 15% del territorio anegado por el agua, las autoridades paquistaníes sitúan en 12,5 millones el número de damnificados por la tragedia y en 1.203 las víctimas mortales.

Por su parte, la ONU habla de más de 1.600 fallecidos y entre seis y siete millones de afectados "directos".

En una visita a unos damnificados a quienes volvió a visitar por tercera vez el primer ministro paquistaní, Yusuf Razá Guilani, en esta ocasión en el sur del Punjab, apeló a la necesidad de que "la nación esté unida", según el canal privado Express TV.

No ha hecho aún lo propio el presidente, Asif Alí Zardari, quien tras más de una semana de críticas por su visita oficial a Europa, ya terminada, aún no tenía previsto regresar a Pakistán, según dijo una de sus portavoces.

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