La defensora del Pueblo, Soledad Becerril, ha lamentado que haya pasado más de una década para juzgar el caso del Prestige y ha reconocido que "le llama la atención" que sean todos los ciudadanos los que tengan que pagar la factura de los destrozos ocasionados por el hundimiento del petrolero. Durante su intervención en un foro informativo, Becerril ha asegurado que "debe acatar" la sentencia, "es lo que hay", aunque ha reconocido que unas le "gustan y otras no y es lo que hay. Las hay peores".

"La justicia no puede tardar tanto" para resolver una causa "porque destroza al ciudadano, al que sale libre o al que no", ha dicho la defensora, quien ha planteado la urgencia de reforzar la administración de Justicia, "como un elemento clave de la democracia". La defensora ha reconocido que, ante resoluciones como la mencionada, que absuelve a los tres acusados y exime al Gobierno de sufragar los daños, agacha la cabeza y las acata.

La Justicia no puede tardar los diez años del Prestige ni los siete de una causa (por corrupción)", ha señalado. "Me parece un drama" que se tarde más de una década en dictar una sentencia, "es una barbaridad en la historia de un accidente como este y en la vida de estas personas; me llama mucho la atención: ¿quién va a pagar?, el Estado o todos lo vamos a pagar", ha concluido.