Sociedad

Fallece Solá-Morales, el impulsor del urbanismo de calidad

  • El arquitecto, especialmente influyente en las modificaciones urbanísticas en Barcelona a raíz de los Juegos Olímpicos de 1992, ha muerto a los 73 años.

El arquitecto y urbanista Manuel de Solá-Morales, un reconocido defensor de la calidad arquitectónica en el espacio público, ha fallecido este lunes en Barcelona a los 73 años, ha informado la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona, de la que era catedrático emérito.

Autor de numerosos proyectos durante su dilatada carrera, Solá-Morales fue especialmente influyente durante los cambios urbanísticos de Barcelona con motivo de los Juegos Olímpicos de 1992, sobre todo por sus ideas para transformar el frente marítimo, que llevó a la práctica en la remodelación del Moll de la Fusta. Otras obras suyas conocidas son el centro comercial y de oficinas Illa Diagonal de Barcelona, que proyectó con Rafael Moneo, y el barrio residencial de La Sang, en el centro histórico de Alcoy (Alicante). También proyectó la construcción de nuevos espacios y de vivienda pública en Sant Andreu (Barcelona) y en las áreas de Torressana de Tarrassa (Barcelona) y El Carme de Reus (Tarragona).

Sus proyectos se extendieron por numerosas ciudades europeas, entre ellas Berlín, Rotterdam, Nápoles, Salónica o Génova. Llevó a cabo la transformación del área portuaria de Saint-Nazare (Francia), la plaza y la estación de Lovaina (Bélgica), el espacio público Winschoterkade en Groningen (Holanda) y el paseo Atlántico de Oporto (Portugal). Igualmente proyectó la renovación del centro de Arnhem (Holanda), el paseo marítimo de Scheveningen, en La Haya (Holanda), y la reforma del área central "Operaplein", de Amberes (Bélgica).

Nacido en Vitoria en 1939, Manuel de Solá-Morales i Rubió fue discípulo de Ludovico Quaroni, en Roma, y de Josep Lluis Sert, en Harvard. En 1968 fundó y dirigió el Laboratorio de Urbanismo de Barcelona, grupo investigador de la morfología urbana. Entre 1983 y 1993 fue director del Departamento de Urbanismo y Ordenación del Territorio, dirigió la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona entre 1994 y 1997, y en 2003 ingresó como miembro de la Académie Francaise de l'Architecture. Fue autor además de múltiples estudios, libros, artículos y exposiciones, y fundó las revistas Arquitecturas Bis y UR, Urbanismo-Revista.

Entre los premios que recibió figuran el Nacional de Urbanismo, en 1983, el Ciutat de Barcelona, en 1986; el de la Bienal de Arquitectura española, en 1994; el F.A.D., en 1995; el Iber FAD, en 1999; el Grand Prix d'Urbanisme, Europe, en 2000, y el Catalunya d'Urbanisme, en 2004. En el año 2008, con motivo de la entrega del Premio Jaime I de Urbanismo y Sostenibilidad, Solá-Morales dijo, en una entrevista, que "la calidad de los espacios públicos" debe ser una de las herramientas fundamentales para frenar el impacto negativo del crecimiento urbano. "La calidad del espacio público puede vencer a la dinámica devoradora de la expansión inmobiliaria", señaló entonces el arquitecto catalán, que consideraba que "hay que sentir las ciudades como si fueran nuestras casas, nuestros hogares".

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