Cuando apenas intentaba recuperarse de los estragos turísticos que ha dejado la crisis de refugiados, la idílica isla de Kos (Grecia) fue golpeada la noche del jueves al viernes por un terremoto de una magnitud de 6,4 en la escala de Richter, dejando dos turistas muertos y más de un centenar de heridos. A las 01:31 de la noche, hora local (23.31 en España), el sismo, cuyo epicentro se localizó entre Kos y el balneario turco de Bodrum, a unos 10 kilómetros de profundidad, sacudió durante casi medio minuto la isla. Dos turistas, un sueco de 27 años y un turco de 39, que se encontraban en un céntrico bar, murieron al desplomarse el techo del establecimiento. Noventa personas tuvieron que ser atendidas en los hospitales.
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