Los familiares de algunos de los 33 mineros atrapados en el norte de Chile presentaron ayer dos querellas contra San Esteban, la empresa propietaria de la explotación de San José, y el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) por prevaricación, lesiones y cuasi homicidio.
Un grupo de 20 familias demandó a Alejandro Bohn y a Marcelo Kemeny, dueños de San Esteban, por un delito de cuasi homicidio debido al riesgo que corrieron las vidas de los mineros tras el derrumbe de la explotación de oro y cobre el pasado 5 de agosto.
Además, Carolina Narváez, esposa de Raúl Bustos, se querelló también contra el Sernageomin por un delito de lesiones y otro de prevaricación, al considerar que la licencia de reapertura de la mina en 2008 se concedió de forma irregular.
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