Los juegos de movimiento y los relacionados con actividades deportivas siguen siendo los preferidos de los alumnos de Educación Primaria (entre 6 y 12 años) para los tiempos de recreo y, entre ellos, el balón sigue siendo el rey del patio, sobre todo entre los niños.

A pesar de que el juego es uno de los derechos fundamentales de los niños, sólo el 42% de los centros escolares lo incorporan en su proyecto educativo, según se desprende de un estudio realizado por el Observatorio del Juego Infantil (OJI), cuyas conclusiones se presentaron en Madrid.

Tras constatar que internet o los juegos electrónicos han cambiado los hábitos de los niños, el estudio se centró en conocer a qué juegan los niños en el colegio. Así, según el catedrático de Teoría de la Educación de la Universidad Complutense de Madrid Gonzalo Jover, director del Observatorio del Juego Infantil, los juegos de movimiento (escondite, correr o perseguirse) y deportivos triunfan entre los menores en los primeros cursos de la educación infantil.

Progresivamente las niñas los van abandonando y cada vez dedican más tiempo a otras actividades, sobre todo a charlar. Los niños, sin embargo, mantienen los juegos de movimiento, y principalmente los relacionados con actividades deportivas, como actividad principal de juego hasta los últimos cursos de Primaria.

Entre las conclusiones del estudio destacan algunos datos: los padres dedican muy poco tiempo a jugar con sus hijos; los pequeños están sobrecargados de actividades extraescolares para adecuarse a las jornadas de sus padres, lo que puede causar hiperactividad, estrés y fracaso escolar; han aumentado las horas de consumo de televisión, internet y consolas; y el 73% de los juguetes se concentran en Navidad y Reyes, lo que puede degenerar en un inadecuado consumismo.

Las conclusiones del estudio del citado Observatorio se obtuvieron a partir de 15.000 entrevistas que contestaron un total de 532 centros (públicos, concertados y privados) de toda España.

Además de Gonzalo Jover, intervinieron en la redacción del estudio todos los miembros del OJI: la catedrática de Teoría de la Educación de la Universidad de Valencia Petra María Pérez; el profesor de Historia de la Educación de la Universidad de Valencia Andrés Payá; el profesor de Psicología de la Universidad de Navarra Xavier Bringué y la asesora pedagógica Inma Moral.

En la presentación del informe, Inma Moral subrayó que cuando se pusieron en marcha proyectos o experiencias educativas con juegos (como el día de la No pelota) se comprobó que surgen actividades alternativas diferentes a las habituales o que los niños y las niñas se interrelacionan más, y en definitiva que el patio se enriquece.

La pedagoga subrayó la importancia de cuidar un espacio (el patio) en el que los niños pasan unas 500 horas cada año, y la catedrática Petra María Martínez destacó los cambios sociológicos y culturales que se han producido durante los últimos años y que han motivado que los niños cada vez jueguen menos en grupo, entre los que destacó la transformación de la vida rural en urbana, el menor número de hijos (hermanos) por familia, la desaparición de espacios terciarios o la menor relación que existe entre vecinos, y coincidió en la trascendencia de aprovechar los tiempos de recreo en los colegios para potenciar los valores que aporta el juego en grupo.