Una mujer de 27 años confesó el pasado domingo a la policía de Nueva York que había asesinado a sus tres hijos, cuyos cuerpos fueron hallados sin vida por los agentes en su domicilio .
Tras la llamada, los policías acudieron a la casa de la mujer, identificada como Leatrice Brewer, y hallaron muertos a una niña de seis años, que había sido degollada, y a dos varones de uno y cinco años, con síntomas de haber sido envenenados o ahogados.
La policía neoyorquina informó de que, al llegar a la vivienda, Brewer se lanzó por una de las ventanas del segundo piso de la misma, por lo que se encuentra hospitalizada.
El servicio forense realizará autopsias a los cadáveres para averiguar la causa exacta de las muertes, pues los niños tenían espuma en la boca y se sospecha que la mujer utilizó lejía o con alguna otra sustancia tóxica para poner fin a sus vidas.
Las autoridades policiales indicaron también que dos hombres, que se han identificado como los padres de los niños, explicaron que habían intentado obtener la custodia de sus hijos sin éxito, ya que consideraban que la madre no los cuidaba bien podía padecer algún desequilibrio.
Este infanticidio es similar a otros ocurridos en Estados Unidos, como el registrado en San Francisco (California) en 2005 cuando una mujer mató a sus tres hijos a golpes y otro en Houston (Texas), en 2001, cuando otra ahogó a sus cinco niños en la bañera.
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