TV-Comunicación

Y Arozamena estaba en el UHF

  • Las imágenes de la intentona tuvieron que esperar a la liberación del Congreso

“Y echando leches para Prado del Rey”, dice Pedro Erquicia que urgió el monarca a los dos vehículos que, por caminos separados, portaban sendas copias de su discurso en la noche del 23-F. El mensaje que dinamitaba la intentona golpista apareció en la Primera (en 1981 casi Única) Cadena al filo de la una de la madrugada, para tranquilidad nacional. Hasta las diez de la noche no pudo partir la delegación de TVE a la Zarzuela ya que las instalaciones de la radiotelevisión pública estaban tomadas por una unidad del Ejército de Tierra. Desde las ocho menos cuarto hasta casi las diez TVE fue bloqueada. Eduardo Sotillos anunció la emisión de música militar a la que estaban obligados en RNE, mientras que la Primera se quedaba sin Telediario ya que el capitán de la unidad prohibía la emisión de noticias. A las nueve en lugar del informativo se estaba ofreciendo 300 millones. No era porque aquel espacio fuera malísimo, pero el cambio de programación puso el cuerpo malo a millones de espectadores. La radio privada era el único nexo para saber qué estaba pasando. El primero en informar someramente del intento de golpe, que conste, había sido Joaquín Arozamena, más nervioso que de costumbre, en Redacción de Noche, en la Segunda Cadena, en el UHF que apenas nadie veía, mientras las tanquetas estaban llegando a Prado del Rey.

Gracias a la sangre fría de Pedro Francisco Martín, un cámara de TVE que engañó a los guardias civiles, las imágenes de Tejero y sobre todo la entereza del general Mellado, quedaron para la posteridad. “No intentes tocar la cámara que te mato... Desenchufa eso”, exigió el agente mientras el operador le daba a un botón falso. El director de informativos de TVE, Iñaki Gabilondo y un par de redactores fueron los únicos que vieron lo sucedido en tiempo real. A la llegada de la unidad de Tierra, el director general, Fernando Castedo, guardó la cinta debajo de su sillón, a la espera de servirla al menos al extranjero.

Sólo hasta las diez de la noche, cuando había terminado 300 Millones, pero al marcharse por fin los militares de TVE, pudo iniciarse la información de lo acaecido. Sin las imágenes del golpe, que tuvieron que esperar a las dos de la tarde del martes 24, cuando había sido liberado todo el Congreso y se habían entregado los asaltantes (fue Matías Prats junior quien narró en directo esos cruciales momentos). Gabilondo dio la cara por primera vez, aunque con la sensación de estar jugándose el tipo. Hasta que las cintas no llegaron desde la Zarzuela nadie pudo respirar aliviado.

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