TV-Comunicación

Évole y 'Salvados' regresan con la incomunicación

  • El abuso del móvil es el tema con que arranca la nueva temporada de reportajes de análisis

Un momento reflexivo del programa de esta noche de 'Salvados'.

Un momento reflexivo del programa de esta noche de 'Salvados'. / atresmedia

Jordi Évole vuelve implicado y con la intención siempre de crear sus portadas, de ir por delante de lo que dicte la actualidad. Hoy le echa un órdago a las redes sociales y al abuso de los móviles. Salvados regresa a las nueve y media de la noche a La Sexta y abre su 13ª temporada manteniendo su vocación de plantear temas "que afectan a los ciudadanos y con los que el espectador se sienta identificado". Aún sabiendo que a veces "no son los asuntos más comerciales del mundo", Évole vuela con su carácter y temas propios. "A veces los periodistas, por la agenda mediática, desvían el foco de lo que le puede interesar al ciudadano para centrarse en los políticos y sus polémicas. Parece que hayamos olvidado que sigue habiendo desahucios y gente a la que le cuesta llegar a fin de mes. Creo que el foco está en esos temas más dramáticos o más cotidianos que nos afectan", expone el periodista catalán. Joaquín Sabina ha promocionado este regreso, porque "sobran motivos para volver".

La entrega de hoy se llama Conectados, donde el ex Follonero aborda con jóvenes y mayores si existe una adicción al móvil, un tema para conectar con el público y contará con una entrevista póstuma, con Zygmunt Bauman, referente sociológico de la segunda mitad del siglo XX que reflexionó sobre esta dependencia: "Somos solitarios perfectamente conectados" , es el pensamiento que resume qué está sucediendo con las pantallas.

"Es muy recomendable para padres e hijos, profesores y alumnos esta entrega. El móvil vino con manual de manejo pero no de instrucciones mentales y nos está cambiando brutalmente la forma de actuar", sentencia Évole. Entre las próximas entregas figuran las relaciones económicas entre Arabia Saudí y España o la España rural que se despuebla a pasos agigantados sin remisión.

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