La joven actriz que se dio a conocer por Cuestión de sexo, es ahora Sandra en la nueva serie de Antena 3 de los martes, Los protegidos, donde interpreta a una chica capaz de concentrar la energía.

-¿Esperaba que Los protegidos calara tan pronto en la audiencia nocturna?

-No me lo planteaba antes de que saliera a antena, pero en mi interior sí que pensaba que es una serie que creo que hacía falta en España. Desde hace un tiempo siempre se han hecho series policíacas, médicas, de miedo, de misterio... faltaba una serie familiar con misterio y ahí está Los protegidos. Tiene ingredientes para ser un éxito.

-¿Cuándo le ofrecieron su personaje?

-Cuando terminé mi anterior serie me llamó la directora de casting, Carmen Utrilla. Tras dos pruebas en verano me cogieron y, dos meses después, empezamos con los ensayos.

-¿Qué tiene de bueno y de malo estar en Los protegidos?

-Lo bueno es que es un trabajo de superheroína. Cuando eres una actriz piensas que si algún día llegas a Hollywood puedes interpretar un papel tipo Catwoman. Y este es mi segundo trabajo en una serie ya interpreto a una heroína, ja, ja. Lo peor que llevo es que no me dejan maquillarme los ojos. Y que el uniforme del cole es un tostón.

-¿Qué le parece su superpoder?

-Visualmente es muy espectacular con los rayos. Todos están pendientes de ella por si se enfada, la lía y explota la tele. A mí me gusta porque da mucho juego.

-¿Podrá controlarlo?

-Creo que sí. Algún personaje vendrá a ayudarla.

-¿Qué tal lleva el trabajo con los compañeros?

-Con los niños, estupendo, como tengo dos hermanos pequeñitos.

Con Angie Cepeda y con Antonio Garridom genial, y a Óscar Ladoire le conocí en el rodaje de Pagafantas.