TV-Comunicación

TVE elige este lunes al representante español a Eurovisión en una gala especial

  • Anne Igartiburu y Ainhoa Arbizu conducirán el espacio 'Eurovisión'10: Destino Oslo', con el que la televisión pública culminará el proceso de selección para elegir su candidato al festival.

Para unos es un sueño acariciado desde la infancia, para otros una plataforma de lanzamiento a la fama que les sitúe en el competitivo mapa de la música, pero todos, tras los nervios de los ensayos, se enfrentan este lunes con la misma ilusión a la gala de TVE para elegir el representante a España en EurovisiónAnne Igartiburu y Ainhoa Arbizu conducirán el espacio Eurovisión'10: Destino Oslo, con el que la televisión pública culminará este lunes (La 1, 22:15) el proceso de selección para elegir su candidato a la 55ª edición del festival de Eurovisión, que tendrá lugar en Oslo el 29 de mayo. 

El billete para la capital noruega se lo juegan los 10 artistas más votados en la web de TVE: Coral Segovia, con la canción En una vida; John Cobra (Carol); Lorena (Amor mágico); Samuel y Patricia (Recuérdame); Daniel Diges (Algo pequeñito); Fran Dieli (Cuando se trata de ti); Venus (Perfecta), Anabel Conde (Sin miedos), José Galisteo (Beautiful Life) y Ainhoa Cantalapiedra (Volveré). 

Santiago Tabernero, que dirige por tercer año consecutivo esta gala, destaca de la misma, además de la conducción de Anne Igartiburu, "una baza segura en este tipo de show", las actuaciones especiales "con voces en riguroso directo", de famosos cantantes que fueron eurovisivos, como Rosa, Bustamante y Sergio Dalma, además de un número del musical Chicago protagonizado por Natalia Millán

Tabernero ha planteado un show con elementos "suficientemente variados" para interesar a un público heterogéneo, incluidos los más jóvenes, más proclives a disfrutar con las "sorpresas y travesuras" preparadas, y con la ventaja de que se emite en lunes, en lugar del tradicional sábado; esto, unido a la ausencia de publicidad en TVE, da al director "esperanzas" de que tenga buenas audiencias. No obstante, el director explica que habrá dos cortes con autopomociones que ayudarán a un equipo de realización ubicado siempre "en el filo de la navaja de lo posible y lo imposible", ya que cada participante propone su coreografía y escenario, y se debe trabajar a un ritmo "endiablado", con minuto y medio para cambiar de escenario entre cada actuación, mientras que los artistas tendrán un tope de 3 minutos para interpretar su canción. 

Mariola Orellana -uno de los cinco miembros del jurado que elegirá al 50 por ciento junto a los votos de los televidentes- explicaba que este año "incluso ha mejorado la calidad" de los participantes, algo "importante" para ella porque en Eurovisión "hay que demostrar que tenemos grandes intérpretes". Orellana, representante de artistas como Rosario Flores y Pitingo, cree que una balada funcionaría muy bien en el festival, porque a diferencia de los "temas marchosos", que se mueven por modas, "una buena canción nunca muere", sin que haga falta envolverla en "instrumentos, efectos, estilismo y baile". El jurado -que completan el actor Manuel Bandera y los periodistas de Radio Nacional de España José María Íñigo, Toni Garrido y Pilar Tabares- tendrá un voto "de calidad", de forma que "por mucho que el público vote un candidato, los artistas tienen que demostrar su valía en el escenario", explicó Orellana. 

Todas las quinielas apuntan a Coral Segovia como favorita por su poderosa balada de aires celtas que tendría posibilidades de triunfar en Oslo, aunque en declaraciones la cantante madrileña ha señalado que prefiere ser "muy prudente", porque "la última palabra la tiene el público y el jurado". Coral Segovia, que fue barrida hace dos años de la candidatura por el fenómeno del Chiquilicuatre, reconoce que representar a España a Eurovisión es "un sueño" que tiene desde niña, cuando acompañaba a sus padres, ambos artistas, en sus giras teatrales. 

Daniel Diges, otro de los favoritos, según apuntan desde eurovisión-spain.com, una página de los eurofans que siguen al detalle el evento, explicaba que su sensación sobre esta final es que es "imprevisible", y más teniendo en cuenta "los representantes de España en otros años". Diges, actor protagonista de varios musicales de éxito -ahora representa por España Mamma Mía- sí tiene claro que en el programa va a poner "mucha energía positiva"; aunque no gane, el certamen servirá para darle un empujón a su incipiente carrera de cantante solista, que presentó en público recientemente. 

Por su parte, la cantante vasca Ainhoa Cantalapiedra, la última en número de votos y ganadora del programa Operación Triunfo en 2002, reconoce que hay favoritos para la gala, pero recalca la importancia de la puesta en escena: "Al fin y al cabo, competimos por ir a un festival donde se canta en directo, y la actuación puede cambiar muchas cosas". "Me fío plenamente del jurado", dice Cantalapiedra acerca de la posibilidad de que algunos candidatos tengan muchos más votos gracias a las cadenas organizadas de seguidores, aunque reconoce que en esta edición se ha dado "más oportunidad a que profesionales de la música recuperemos el respeto que Eurovisión se merece". 

Para Santiago Tabernero, Eurovisión sigue contando con la "tensión del público", como demuestran "las polémicas bizarras" que ha generado en esta edición, con frikis que presentan canciones a las que "no das crédito", apunta, y un sector "muy poderoso de eurofans que se toman muy en serio el concurso, como hacemos nosotros". 

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