Se dio a conocer gracias a su papel protagonista en la ya extinguida Ángel o Demonio y desde entonces se ha convertido en uno de los rostros jóvenes más buscados de este país. En Toledo, cruce de destinos, la nueva apuesta por la ficción histórica de Antena 3, cambia completamente de registro para ponerse en la piel de Fernando, el hijo menor del rey Alfonso X (Juan Diego) y la reina Violante (Patricia Vico). Un chaval con ganas de vivir, que se verá envuelto en más de una aventura por sus ansias de investigar y su condición de picaflor, pero que poco a poco se irá dando cuenta de que Toledo no es ya el jardín de rosas en el que creció y él, como firme candidato a ocupar el trono en una época en la que musulmanes, cristianos y judíos convivían en el mismo territorio, tiene que responder a las expectativas.

-Menudo cambio. De chico endemoniado a infante de España...

-Pues sí, un giro radical. El personaje de Fernando en Toledo es divertidísimo de interpretar, muy lejos del papel dramático de Damián en Ángel o Demonio. En Toledo soy un aventurero de la vida, un joven apasionado que quiere escapar de palacio y no hace más que meterse en líos de faldas. Una personalidad totalmente contradictoria a la que tendría que tener, pero él no quiere responsabilidades ni nada. Sin embargo, se topará con la cruda realidad y es que Toledo ya no es lo que era; por ello, le daré más de un quebradero de cabeza a mis padres. Aún así serán buenos tiempos para Fernando, acaba de encontrar a sus verdaderos amigos...

-Un trío (junto a Maxi Iglesias y Adrián Expósito) que todo apunta dará mucho que hablar, ¿no?

-Sí. Aquí la amistad prevalece ante todo y es algo que me encanta de la historia. Somos tres muchachos alocados que representan los tres estratos de la sociedad y que están juntos por encima de todo, pase lo que pase. Me encanta mi papel en la serie, porque aunque soy de la realeza soy bastante cercano con el pueblo, y eso me hace encantador.

-Una buena relación que no tendrá con su propio hermano en la ficción. Se nota ahí una cierta tensión por envidia, rencor o celos, que irá a más, supongo.

-Efectivamente es así. La relación de Fernando con su hermano Sancho siempre ha sido muy fría. Él a pesar de ser el primogénito no figura en la cabeza del rey como candidato al trono y eso le provoca un odio hacia su hermano menor sin límites. Además, Fernando tiene una relación mucho más cercana con sus padres, es su debilidad. Eso les hace demasiados permisivos en ocasiones, pero aún así lo dan todo por él. La de Fernando y Sancho es una relación que dará que hablar.

-¿Acabará su personaje en primera línea de la trama de Toledo?

-Es un personaje que está ahí y tendrá gancho, dará juego a la historia. Representa a la parte humana de la realeza, pues a pesar de tener todos los privilegios desde la cuna dará mucha acción y es divertido.

-¿Cómo es rodar una serie de época? ¿Supera las expectativas?

-Totalmente. Rodar una serie con tanta historia, donde todo es diferente, ayuda mucho a meterse en el papel. Se disfruta un montón. Además, te permite trabajar desde un código completamente diferente y eso es gratificante para un actor. Hemos recibido clases para hacer más real todos los movimientos.

-¿Era de los que prestaba atención en las clases de historia?

-(Ríe). La verdad es que cuando uno tiene 14 años y te hablan de Alfonso X ni te llegas a plantear que algún día llegará a formar parte de tu vida. Si sé esto, hubiera hecho menos el gamberro y prestado más atención en el insti... Lo reconozco.

-Ahora, tras un estreno exitoso, hay que esperar si la audiencia sigue respondiendo. ¿Hasta qué punto condiciona esto al actor?

-Es duro cuando cancelan una serie, pasó con Ángel o Demonio, pero no debes tomarlo por lo personal.