TV-Comunicación

No es tiempo para sonreír

  • La crisis crispa los nervios a los directivos · Telecinco ve menguar audiencia y publicidad de forma alarmante, mientras las públicas se reparten 1.500 millones

Hace exactamente un año las acciones de Telecinco se cotizaban en la Bolsa a 15,11 euros. Un año después el valor se ha depreciado a unos 6 euros; las de Antena 3 han pasado de los 9,4 a los 3,6 euros. Con la crisis económica el mercado ha bajado un 40% y el sector audiovisual lo ha sufrido con mayor incidencia, mientras el descenso de facturación publicitaria en este difícil 2009 se cifra en torno al 30%. Si a ello le unimos en el caso de Telecinco una pérdida de casi 4 puntos mensuales de cuota de audiencia es casi comprensible el nerviosismo que se ha desatado, aunque la rabieta parece desproporcionada. Todas las cadenas privadas generalistas españolas (Telecinco, Antena 3, Cuatro y La Sexta) obtienen beneficios, cada una a su escala, aunque los ingresos van a decrecer bastante. El consejero delegado, Paolo Vasile, ha definido no obstante el panorama de la televisión comercial en estado "de quiebra", frente a las cadenas públicas, que gozan de suculentas ayudas y siempre con las espaldas cubiertas: las autonómicas recibirán en subvenciones 1.140 millones de euros (de los que 150 millones corresponden a Canal Sur) y a RTVE se le aportará 555 millones. Con lo que recibirá la corporación nacional cualquier privada tendría para pagar el coste de toda su programación durante año y medio.

Vasile ha encendido con virulencia la mecha de la financiación de las públicas justo cuando su cadena ha entrado en barrena en todos los ámbitos. Ha agudizado el mensaje que lleva años proclamando la entidad que engloba a las cadenas privadas, UTECA. El Gobierno asumió en su momento los 7.000 millones de deuda que soportaba RTVE a cambio de una regulación que afectó a 4.100 trabajadores y con el compromiso de contención presupuestaria del equipo dirigido por Luis Fernández, el primer presidente elegido por consenso. Como compensación a las cadenas privadas la vicepresidenta Fernández de la Vega se ha ido encargando de negociar el paulatino recorte de publicidad en TVE, que alcanzará el próximo año a los 10 minutos máximo a la hora, disminución que para UTECA es muy insuficiente.

El máximo responsable de Telecinco en España ha criticado que, pese a los compromisos gubernamentales, la presidencia de RTVE ha permitido engordar la plantilla después del ERE, ha reducido las tarifas publicitarias un 40 por ciento y se ha hecho cargo de derechos deportivos, como la Champions (compartido con las autonómicas) con sobreprecio, casi 2 millones por partido. Sólo la situación del mercado inmobiliario les ha hecho paralizar la compra de la sede única, operación que contemplaba 200 millones de beneficio. Desde TVE, a través del director, Javier Pons, se ha replicado a Telecinco sobre los contenidos de su programación y la forma en que han obtenido sus ganancias en estos años.

La cadena de Berlusconi, la que se consideraba la empresa más rentable de Europa, hasta septiembre de 2008 vio mermar sus ingresos, con la crisis en ebullición y siendo entonces líder de audiencia. Aun así lograron 226,8 millones de beneficio neto. En Antena 3, que ha aguantado en índices de audiencia, sus beneficios pasaron de 133 millones en 2007 a 'sólo' 71 millones. Los resultados totales de 2008 se sabrán a finales de mes y se sospechan que van a ser muy crudos. Cuatro, que ha empezado a dar beneficios, forma parte de un conglomerado muy deficitario, Sogecable, debido a la explotación de Digital +. Prisa tiene una deuda que rondaría los 5.000 millones. La Sexta, con un presupuesto muy ajustado, amortiza su proyecto, mientras que su accionista Mediapro aguarda a la TDT de pago para rentabilizar sus costosos derechos futbolísticos. Con la crisis, los nervios y las malas caras afloran, pero queda todavía mucha tela que cortar y mucho presupuesto que recortar.

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