El diestro Manuel Jesús El Cid cortó dos orejas de un mismo toro, que le valieron la salida a hombros por la Puerta Grande, en la corrida que inauguró la temporada en la plaza Monumental de Barcelona. El Cid se hizo aplaudir en su primero con unas verónicas de buen corte y tras brindar al público le sacó al toro todo el partido que tenía, toreando con la mano izquierda y en ocasiones también con la derecha a un animal que no se empleó nunca y acabó defendiéndose y sin prestar atención al torero.

En el cuarto de la tarde, tras unas buenas verónicas que se ovacionaron, interpretó una faena sobre ambas manos con muletazos de una calidad extraordinaria, dando reposo al toro y ligando mucho las series. El toro rodó sin puntilla y ello le valió las dos orejas.

El Fandi recibió al segundo con una larga cambiada de rodillas, le puso tres pares de banderillas, siendo el segundo el mejor, y brindó al público una faena que se desarrolló principalmente por el lado derecho, ya que el toro protestaba por el izquierdo.

El quinto fue un toro que se quedó muy crudo tras el tercio de varas. El Fandi también le puso tres pares de banderillas, destacando el tercero al violín. El toro llegó muy entero a la muleta y descolocó al torero, que en ningún momento pudo acoplarse a su embestida.

Talavante quedó inédito con el capote en el tercero y en la faena de muleta se anotó dos tandas con la mano derecha de buena calidad, aprovechando el viaje del toro. El sexto fue un toro muy flojo y protestado, de escasa calidad y pronto se comprobó el escaso hacer del torero.