Opinión

Injusticia con Diego Puerta

Ha cumplido 50 años de alternativa y ni el Ayuntamiento ni la Junta de Andalucía han tenido el detalle de homenajear como merece a un torero sevillano que triunfó en plazas de todo el mundo. Tras la entrevista publicada en este diario el pasado 26 de septiembre con motivo de su doctorado –La Maestranza, 29 de septiembre de 1958– han sido muchos los aficionados que se han interesado por el maestro nacido en el Cerro del Águila y bautizado en San Bernardo –ese magnífico semillero de toreros sevillanos–. Son muchos los que creen que se comete una injusticia con Diego Puerta en su tierra. A la corporación local y a la Junta, siempre al quite en el tema taurino, se les ha ido el toro al desolladero con las orejas puestas, sirviéndonos del rico argot taurino; sin enterarse de una efeméride importantísima. Todavía hay tiempo por parte de ambas instituciones para evitar el olvido con un hombre afable, que nunca buscó protagonismo fuera de los ruedos, donde ofreció su sangre cada tarde, siendo condecorado con más de 50 medallas, con más de medio centenar de cornadas que le dieron el título de Diego Valor y El Espartero del siglo XX. Un torero, no lo olvidemos, que fue reconocido como gran figura en las plazas de máxima categoría, como la Real Maestranza sevillana o la Monumental de Las Ventas de Madrid. Y en esa valía, en esas dotes de gran figura, que al valor unió gracia sevillana, coinciden todos los maestros de su época con los que he hablado, desde su compadre Paco Camino a Curro Romero, con los que alternó en tardes históricas. Incluso los aficionados más jóvenes han oído hablar de sus hazañas y de esas cuchilladas tremendas a cambio de su arte. Por todo eso y mucho más no se esperaba que ahora, 50 años después de su alternativa, unas instituciones que deberían honrarle le olviden, cuando está en la memoria de todos. Todavía hay tiempo para que la faena no sea una faena, para que el desliz no acabe en la una cornada moral a sus partidarios y a quien siempre contó con el respeto y el cariño de la afición, a un torero de las zapatillas a la montera, al maestro Diego Puerta.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios