El Juli formó un alboroto en el festejo que abrió la Feria de Bayona tras cortar dos orejas, al igual que Luis Bolívar. Sebastián Castella paseó otro trofeo con una corrida de buen juego de Núñez del Cuvillo.

El Juli formó un lio importante ante el cuarto, un toro que brindo al público porque sin duda alguna el único que lo vio fue él, un animal dudoso en los primeros tercios, que empezó a entregarse en un quite por chicuelinas. El madrileño le dejó siempre la muleta colocada en la cara empujando hacia adelante a un ejemplar que fue a más. Faena vibrante siempre apoyada por el cónclave rematada por un gran volapie. A pesar de la tardanza del toro en doblar, el público pidió con fuerza el doble trofeo, que paseó tras una ovación al de Cuvillo.

Abrió plaza sin encontrar opciones de lucimiento en ningún momento. El animal, de bonitas hechuras, desarrolló sentido por ambos pitones y el madrileño, a pesar de intentarlo por todos los medios, nada positivo pudo conseguir.

Luis Bolívar ejecutó una faena larga e inteligente en la que hubo momentos de especial empaque a un animal con calidad y que fue aplaudido en el arrastre. Una estocada recibiendo del colombiano puso en sus manos el doble trofeo. Cerró plaza un sobrero del hierro titular que tuvo calidad y de buenas hechuras, pero que le costó seguir la muleta del colombiano.

Anteriormente Castella había cortado la primera oreja de la tarde. El francés instrumentó una faena desigual ante un toro con transmisión de Núñez del Cuvillo en la que los mejores momentos vinieron por el pitón derecho, aunque la labor no encontró continuidad al natural. Remató de estocada de rápido efecto. No tuvo excesiva opción con el quinto.