El futuro va colocando protagonistas certeramente jóvenes en la tribuna de oradores de actos taurinos. Encontré hace breves fechas un interesante momento taurino en Zalamea. En su peña, manteniendo el tipo, un nutrido grupo de aficionados esperaban expectantes esa charla que anunciaba a un imberbe moderador y dos torerillos a los que apenas le asoman dos temporadas por debajo del albero de sus zapatillas.

Era la segunda de las charlas anunciadas esta temporada y en ella el joven aficionado Víctor Palmar, ofreció con pasmosa tranquilidad el buen hacer de un perfecto moderador: no ser protagonista.

Fue un auténtico deleite ver a gente tan joven moviéndose desde la sinceridad que puede producir en el tiempo la poca experiencia profesional de dos novilleros como Juan Ramón Jiménez y Emilio Silvera.

Pero allí estaban los tres llevando al pie de la letra el título de la conferencia que nos había citado en tierras zalameñas: 'Lances de Futuro'.

Intensa, trabajada y resuelta entrevista a dúo donde los dos protagonistas de la noche acudieron por turnos a hablarnos de sus inquietudes, de sus sueños, de su realidad y también del inicio de una decisión por donde pasaba el dedicarse al toreo.

Pertenecen ambos a una generación que estudia, que no pasa hambre por los caminos de maletilla, pero llama la atención la enorme determinación, esfuerzo y afición con la que embarcan entre sus metas de futuro la difícil tesitura de convertirse en toreros. Frescura para huir de tópicos y sobre todo un enorme desparpajo par no rehuir ningún tema de los que le llegó desde el tendido, y una grata certeza, poder descubrir entre tanta juventud que ni toreros ni aficionados le habrá de faltar al toreo onubense a poco que se les cuide, se les respete y se les ayude a no desanimarse en el esfuerzo.