Toros

"Vengo de Cali con unos dolores muy fuertes y me falla una pierna"

  • El diestro madrileño será operado mañana, por segunda vez, de dos hernias de disco lumbares · Ha acusado la lesión que arrastra tras una cogida en 2009

El matador de toros José Ignacio Uceda Leal será intervenido quirúrgicamente, mañana, en una clínica madrileña, de dos hernias de disco lumbares -L4 y L5-, de las que ya fue operado. El diestro explica: "Vengo de Cali con unos dolores muy fuertes en la zona lumbar e incluso me falla la pierna izquierda, en la que no tengo fuerza. Todo se debe a que las hernias que tengo en la L4 y L5 me presionan el nervio ciático. Vengo arrastrando la lesión desde 2009, cuando un toro de Puerto de San Lorenzo me cogió en Madrid -corrida que toreó el mismo día que fallecía su padre-. Ese toro me dio una cornada en la pierna izquierda y en la caída me lesioné las lumbares. Me operé. Me colocaron una prótesis, como una almohadilla, que se ha ido desgastando. Al principio me fue bien. Estuve un tiempo en el que no tenía dolores de ningún tipo. Pero poco a poco fueron aumentando. Me han dicho que quizá con una terapia conservadora podría ir tirando. Estos días estoy con calor y otros tratamientos. Pero quiero solucionarlo lo antes posible. Por eso, este martes me operará el doctor Francisco González Llanos. Me pondrá una prótesis para fijar las vértebras y espero quedar bien.

-¿Cuándo volverá a vestirse de luces?

-El período de recuperación será de mes y medio a dos meses. En marzo espero estar entrenando en el campo y poderme vestir de luces cuando comiencen las primeras ferias grandes.

-¿Qué planteamiento tiene para 2012?

-Carlos Zúñiga -su apoderado- ya se está moviendo. Espero estar en las primeras ferias y plazas como Madrid, que es donde más cartel creo que tengo, Castellón y Sevilla.

-¿Han visto en la Maestranza en toda su dimensión a Uceda Leal?

-He tenido actuaciones buenas, pero aún no me han visto. Todavía no he tenido la suerte de cuajar un toro como a mí me hubiera gustado; una de esas faenas que cuando la terminas piensas: "¡Ojalá hubiera sido en Sevilla!". De todas formas recuerdo con mucho cariño una faena en una corrida de un 15 de agosto; otra en una corrida del Corpus. Toreé muy a gusto a un toro de Palha en una Feria de Abril y cuando estaba a punto de cuajarlo se me clavó una banderilla en el muslo izquierdo, en la Feria de Abril de 2006. También otra faena interesante fue a un toro de Cuadri. Pero una faena completa, redonda, de pe a pa, todavía no ha llegado. Lo que he sentido siempre es que la afición de Sevilla me respeta y encajo dentro de sus gustos.

-Madrid, será nuevamente clave para usted.

-Sí. Espero de nuevo volver a mi plaza y conseguir un triunfo. Las Ventas siempre ha sido decisiva.

-La temporada 2011 la cerró con una veintena de corridas...

-En mi caso he toreado más que en 2010, gracias a la oreja que corté en mayo en Las Ventas. Pero hay muchos toreros y se ha reducido el número de festejos debido a la crisis.

-¿Qué destacaría?

-Fundamentalmente, la faena a un toro de Juan Pedro -13 de mayo-, al que corté una oreja, en la segunda de las tres tardes que toreé en Madrid. También Barcelona y otras plazas con menos repercusión, como Alcázar y Toro.

-Prácticamente acaba de llegar de Cali, donde ha hecho doblete en aquella feria.

-En la primera tarde tuve mala suerte. Me tocó un lote muy malo. En la segunda pude torear a un toro muy a gusto; aunque he acusado mucho la lesión en Colombia.

-En la capital, Bogotá, feria que ya ha comenzado con una novillada, el alcalde quiere prohibir los Toros ¿Qué opinión tiene?

-Hay un movimiento antitaurino-político. No se deben dictar los gustos a la ciudadanía y hay que respetar tanto a los que les gusta los toros como a los que no. En Bogotá he estado cinco o seis veces. La gente se vuelca con los toreros y es una plaza preciosa, que junto a La México y la de Lima son las de más solera del continente americano. Una prohibición de los Toros sería un abuso de poder.

-Desde su alternativa -3 de octubre de 1995-, ¿en qué ha cambiado fundamentalmente como torero?

-He cogido y voy cogiendo poso. Toreo más despacio y con más reposo y hago todo con más sentido. Tanto en terrenos y en tiempos, las faenas las hago en función del toro y, en definitiva, de la lidia que precisa.

-Por cierto, fue una alternativa de lujo, con dos sevillanos, Curro Romero y Julio Aparicio.

-Fue un cartel muy bonito. Para los que les gusta el arte del toreo, decir Curro es hablar de la esencia del toreo. A mí me llena de orgullo que un mito, Romero, me diera la alternativa.

-¿Y ahora vive todo con los sueños y la ambición de sus comienzos?

-Cambian las formas de verlo. La ilusión por torear y el gusto a la hora de hacerlo ha crecido. Yo disfruto más que entonces porque me preocupo menos de factores externos, de todo aquello que tiene que ver de dónde te ponen y cómo.

-¿Cuál es su meta?

-El ser reconocido como un torero importante. Que se reconozca mi tauromaquia en plazas como Madrid y Sevilla. Me mueve la ambición de complacer al aficionado.

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