Toros

De una lección magistral a una retirada inminente en la Real Maestranza

  • Manzanares recibe el trofeo de Aula Taurina por la mejor actuación de 2010 y Antonio Domecq rememora sus vivencias

En el tradicional acto académico-taurino que organiza Aula Taurina, se entregó ayer en la Maestranza el trofeo La mejor lección torera a José María Manzanares. Según el jurado, "por su extraordinaria actuación", destacando entre otras virtudes "su toreo clásico y despacioso y su portentosa facilidad creativa". Asimismo, resaltó otras cualidades toreras del diestro alicantino, como "el sentimiento, la elegancia, la sensibilidad y la ambición".

José María Manzanares, rodeado de un público juvenil, agradeció el trofeo y señaló que "hay que luchar por el futuro de la Fiesta y por la juventud. Esto hay que mejorarlo desde dentro. En este sentido, cada torero debemos poner nuestro granito de arena para que haya más aficionados. Ya estamos consiguiendo cambios, como el paso al Ministerio de Cultura. Quiero decir que recibir este premio, aquí en Sevilla, es especial. Porque para mí sólo hacer el paseíllo en la Maestranza es un regalo de Dios". El torero también tuvo palabras de admiración para su compañero Antonio Domecq, quien abrió el acto disertando sobre sus vivencias en el mundo del toreo a caballo.

Antonio Domecq, quien hizo su presentación en la Maestranza el 20 de octubre de 1990, en un festival organizado, precisamente por Aula Taurina, se despedirá el próximo 8 de mayo en la matinal de rejones que se celebrará en el coso del Baratillo. En el Salón de Carteles de la institución maestrante habló de su niñez entre caballos, dentro de una familia de ganaderos de bravo y rejoneadores, como fue su abuelo Álvaro Domecq y Díez; su tío, Álvaro Domecq Romero y su hermano Luis. Antonio revivió momentos en la finca familiar, con toreros como Camino, Romero, Aparicio o Paquirri, quien le ayudó a poner su primer par de banderillas.

El rejoneador afirmó que "la sonrisa de la gente que ha ido a verme ha sido el mejor triunfo" y que sus caballos, a los que llamó en varias ocasiones "mis niños", siempre le habían enseñado. En este sentido aludió a que alguno de ellos llegó a marcarle el sitio correcto para torear.

Aula Taurina, en esta XXIII edición, concedió los premios del certamen literario y artístico destinado a estudiantes, a Francisco Loma y Juan Antonio Morales (primer y segundo premios literarios); Cristina Galvín e Inmaculada Mena (pintura y técnica mixta), Macarena Ruiz (dibujo) y Laura Delgado (fotografía).

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