Agustín de Espartinas. Torero

"Sin oportunidades, no veía la luz en mi carrera como matador"

  • El diestro espartinero, que tomó la alternativa en su pueblo el 1 de mayo de 2008 de manos de Espartaco, comenzará la próxima temporada una nueva etapa como banderillero

Agustín de Espartinas

Agustín de Espartinas / A. Pizarro

Ha cambiado el oro por la plata. Agustín de Espartinas (Espartinas, 1986), quien tomó la alternativa el 1 de mayo de 2008 en su localidad natal, de manos de Espartaco y con David Fandila El Fandi de testigo, ha decidido darse de baja como matador de toros y engrosar para la próxima temporada las filas de los banderilleros, en una decisión que el propio torero define como muy meditada.

-Agustín, ¿por qué el cambio de escalafón?

-Hay muchos motivos. Sin oportunidades, no veía la luz en mi carrera como matador y son varias las causas por las que he llegado hasta esta decisión. Por ejemplo, apenas me han atendido empresarios; tampoco he encontrado un apoderado para cambiar de aires, para renovar la ilusión y apenas he asistido a tentaderos al torear tan poco; las corridas que tenía que matar eran duras y dan pocas opciones y luego está el tema económico. Sigo trabajando en una cafetería y lo que quiero es hacerlo sólo en mi profesión. Esto es la pescadilla que se muerde la cola. En el día a día esto se me ha puesto cuesta arriba. Para disfrutar como matador de toros hay que estar en la élite. Y el cambio de escalafón es porque no concibo mi vida sin el toro.

-¿En qué cuadrilla irá?

-Estoy a punto de cerrarlo. Casi seguro que será con un matador de aquí.

-¿Cuántas corridas había toreado este año y con qué balance?

-En total, dos corridas. Una, en Espartinas, donde cuajé una gran tarde, corté tres orejas y toreé muy bien al natural a uno de los toros y otra en Tudela, bastante complicada, donde lidié un toro de Miura y uno de Aguirre.

-La idea de este cambio, ¿surgió tras esa última corrida?

-Lo he ido madurando durante mucho tiempo. Me ha costado mucho dar el paso, pero es el acertado.

-¿No tenía fe en que pudieran cambiar las cosas?

-No he pasado de tres corridas por temporada. ¿Qué sucede?... que cuando estás bien te llenas de moral para seguir adelante. Pero si las cosas salen mal, como no tienes oportunidades, te vienes abajo.

-¿Qué ha sucedido para que tras un arranque prometedor, con salida a hombros en Sevilla como novillero, haya tomado esta decisión?

-He respetado al máximo mi profesión. Para estar arriba en el escalafón superior hay que cuajar faenas en las plazas de máxima categoría. Y yo no he toreado en los últimos años en esas plazas. El año pasado esperaba entrar en Madrid y al final me quedé fuera. Era un cartucho definitivo y no pude contar con él.

-¿Cuáles son sus referentes en el escalafón de banderilleros?

-Hay muchos. Por decir el que más: Curro Molina, que ahora no torea. Luego están Carretero, Javier Ambel, Santi Acevedo y muchos otros. Pero Curro Molina siempre ha sido un torero de mi gusto.

-Tendrá que cambiar el registro ante el toro...

-En la plaza las funciones son distintas y lo haré. Creo que no tendré problema. Fuera del ruedo es lo mismo: dedicación absoluta al toreo y amor al toro. Simplemente es un cambio de categoría, del oro a la plata, pero en el fondo continúo siendo torero.

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