"¿Qué es la vida? Un frenesí. ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción; y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son". Esta cita de Calderón de la Barca puede resumir el trabajo y el empeño que durante estos años ha tenido el torero Adolfo Suárez para ver cumplido su sueño de convertirse en matador de toros. Toda la vida es sueño y este se hará realidad mañana sábado en la plaza de toros de Facinas.

-Si la vida es una ilusión, el sábado va a cumplir su gran sueño desde que decidió ser torero.

-Así es. Ha tardado en llegar pero ha merecido la pena todo el tiempo que he tenido que esperar. Ya estoy anunciado en los carteles y el sueño va camino de cumplirse. Desde que debuté con picadores en 1998 mi mayor ilusión ha sido convertirme en matador de toros. Me hubiera gustado haberla tomado en su día, hace algunos años, pero no pudo ser. Lo importante es que no he perdido nunca la esperanza. Al final ha llegado. Tengo la ilusión por las nubes y estoy deseando que salga el toro.

-Pero todo esto ha tenido un camino hasta que se cerró el cartel, la plaza y el día.

-Han pasado seis años desde que toreé por última vez. Fue en la plaza de Guadalajara una novillada de Guadalest. Siempre tuve la esperanza de tomar la alternativa en mi plaza de Algeciras, pero por circunstancias no ha podido ser. No estaba para mí y tampoco le echo la culpa a nadie. Y todo se ha fraguado gracias a la ayuda de mi amigo Diego Ramos El Merlo, que siempre me ha acompañado. He podido conseguir verme anunciado. Él ha sido uno de los artífices para tomar la alternativa, ya que fue quien me comentó que había muchas posibilidades de tomarla en la Feria de Facinas. Ya luego todo se confirmó.

-Y a partir de ahí ya empiezas a darle vueltas a todo y cambias hasta la forma de vida.

-A partir de que me confirman la noticia cambié el chip. Uno vuelve a pensar en torero, a entrenar físicamente, a ir al campo. A volver a lo que era mi vida en mi etapa de novillero. El toreo es lo que a mi me gusta, es mi vida. Tenía clavada la espina de la alternativa, pero ahora he vuelto a sentir esos miedos, esas ilusiones y lo bonito que es esta profesión. Es un veneno que uno lleva dentro, uno nace torero y se muere torero.

-Estos días ha vuelto a la plaza de toros de Las Palomas, al lugar donde comenzó a a aprender a ser torero.

-Sí. Allí comencé mi andadura en la Escuela de Tauromaquia de Algeciras. De esa etapa guardo recuerdos muy bonitos y estos días cuando he ido a entrenar con los alumnos he visto en ellos la ilusión queyo tenía cuando empezaba en esto. Tengo recuerdos muy bonitos en mi etapa de novillero sin caballos, recuerdo que gané hasta tres capotes de paseo y luego fui triunfador de novillero con caballos de la Feria de Algeciras. Fueron años maravillosos.

-En una tarde como la de mañana sábado, seguro que las emociones.

- Pues sí. Será un día muy especial y del que pienso disfrutar en todo momento. De hecho ya he disfrutado de todas las emociones que conlleva el prepararse. He ido al campo, a sentir las sensaciones de ponerme delante de una vaca. He disfrutado cada entrenamiento y por la calle la gente me demuestra su cariño. No sabía que era tan querido, la gente me para por la calle y me desea suerte. Y por eso no voy a defraudar a aquellas personas que vayan a verme mañana. Sé que las cosas van a salir bien.

- Una tarde tan importante, tendrá un recuerdo especial para las personas que le han visto luchar por este sueño.

-Claro. Me acordaré de mi familia, que aunque estarán allí, ellos me han apoyado en todo momento. Mi hermano irá de mozo de espadas. Y mi madre también estará, ha sido y es una luchadora. La admiro. Todavía recuerdo el día que le dije que iba a tomar la alternativa, ella me dijo que me apoyaba, pero que tuviera cuidado. Y a mi padre será a quien brinde el toro de mi alternativa, jamás le he brindado un toro y el de mi doctorado será para él.