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La lógica impera al final

  • Repite El Sevilla revalida título y se proclama campeón por sexta vez en su historia al ganar con todo merecimiento Ambición E l gol, en los últimos minutos, hace justicia frente a un Dépor sin mordiente

El Sevilla revalidó anoche el título de campeón del Trofeo que consiguió en 2008 al conquistar su sexto Carranza derrotando en la final al Deportivo de La Coruña en un partido que bien puede resumir lo que ha dado de sí el torneo; un encuentro soso, gris, sólo con acciones puntuales dignas de destacar y con un solitario gol que decidió ya en las postrimerías.

Desde el comienzo, el Sevilla aceptó el papel de protagonista a la hora de llevar la iniciativa, aunque la primera ocasión correspondió al Deportivo en el minuto 2 con un disparo de Riki desde la frontal que atajó sin problemas Javi Varas. Mejor posicionado de medio campo hacia delante, el equipo de Manolo Jiménez intentó hilvanar acciones con pases cortos en los primeros compases, si bien no pisó el área hasta que en el minuto 5 Alfaro no supo concretar una acción con origen en un fallo de precisión de Ze Castro.

Koné asumió la responsabilidad en el ataque hispalense pero finalizó con un disparo demasiado alto un córner botado por José Carlos en el 7 y se entretuvo demasiado para chutar en una internada en solitario en el 10, justo antes de que Riki, el mas activo del once gallego, tratara de sorprender sin éxito a Javi Varas con un tiro desde fuera del área.

El choque entró en un ritmo cansino hasta que en el minuto 21 Adriano despertó a la aletargada y escasa afición con un disparo seco que blocó Aranzubía, y sobre todo cuando en el 26 un despeje del meta del Dépor tras remate del delantero brasileño dejó a Alfaro en posición franca para fusilar, aunque su disparo lo sacó la defensa entre los palos en una acción reclamada por los jugadores sevillistas como penalti.

El Sevilla buscaba el gol con más fe. Eso sí, a veces con intentos vanos como los tiros de José Carlos desde más de 30 metros pasada la media hora o de falta directa también desde muy lejos en el 36, mientras que el Deportivo parecía conformarse con cederle el balón a su rival a la espera de sorprenderle. Las opciones blanquiazules, por lo tanto, pasaban necesariamente por una acción a la contra o un disparo aislado como el de Guardado que solventó sin contratiempos Javi Varas a las puertas del descanso, al que se llegó con el marcador inicial y la sensación de que sobre el campo no habían estado ni mucho menos un conjunto que disputará la Liga de Campeones y otro llamado a luchar por plazas europeas.

A la vuelta del vestuario, el tempranero carrusel de cambios -siete en apenas 10 minutos- dio paso a una continuidad de lo que había sucedido en el periodo anterior, con el Sevilla afanándose por encontrar espacios por los que acercarse a las inmediaciones de Aranzubía y el Deportivo replegado en su campo, con orden y disciplina, con las líneas muy juntitas, como le gusta a Lotina.

La entrada de más y más jugadores nuevos desde el banquillo rompía el más mínimo intento de dinamismo en el juego, aunque la calidad de los que ingresban al rectángulo empezaba a notarse. De hecho, con más artillería pesada por parte de los dos contendientes sobre el campo, el encuentro se animó e invitó a pensar en una recta final más intensa.

Valerón dio el plus de calidad que necesitaba el Dépor, que a punto estuvo de adelantarse en dos acciones de Mista. Primero al enganchar un balón suelto en el centro del área y mandarlo cerca del poste en el minuto 65, y luego, en el 71, al fallar incomprensiblemente tras regatear a Javi Varas.

Capel replicó casi de inmediato, pero tampoco pudo con Aranzubía en el uno contra uno. Y justo después de una falta de Iván Pérez que le supuso la primera tarjeta del partido, un córner botado por el ex cadista Duda, en el minuto 81 tras despejar Aranzubía un buen remate de Kanouté, permitió a Escudé cabecear al fondo de las mallas el 1-0.

Con el marcador a favor, el Sevilla se asentó. Incluso el internacional de Mali tuvo a renglón seguido en sus botas el segundo, de nuevo tras un saque de falta de Duda, incisivo y determinante en los pocos minutos que actuó.

El Dépor, por su parte, apenas reaccionó. Agazapado desde el principio, ni supo ni pudo voltear la situación. Lo intentó sin éxito en un remate de Lopo alto, pero no evitó que el Sevilla volviera a cerrar el Trofeo como campeón.

Árbitro: Turienzo Álvarez (castellano-leonés). Correcto en un partido con pocas complicaciones.

Tarjetas: Amarillas Iván Pérez (80') y Lopo (89'), ambos jugadores del Deportivo de La Coruña.

Gol 1-0 Escudé (81'). Saque de esquina a cargo del portugués Duda al que responde Escudé con un buen remate de cabeza que supera a Aranzubía.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la final del Carranza 2009, disputado en el estadio Ramón de Carranza. Acudieron unos 4.000 espectadores, una de las entradas más pobres que se recuerda en una final del prestigioso torneo gaditano. Terreno de juego en regulares condiciones y noche marcada por las altas temperaturas y el fuerte viento. Al final del choque se procedió a la entrega de trofeos.

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