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Calma con asteriscos

  • El Unicaja iguala su peor racha del curso en la ACB y cae al octavo puesto

  • Peligra la plaza dentro del 'play off'

  • El choque ante el Iberostar, clave

Jeff Brooks intenta anotar una canasta frente a la envergadura de Eddy Tavares.

Jeff Brooks intenta anotar una canasta frente a la envergadura de Eddy Tavares. / acb media

Con la Euroliga entonando los acordes de despedida, el Unicaja concentra desde hace alguna semana el foco en la prioridad de aquí a mayo, la ACB. Por ahí pasa el salvoconducto para volver a sentarse en la mesa de la flor y la nata del Viejo Continente. Ya en ese meollo, el conjunto de Plaza está teniendo un preocupante traqueteo. El catalán transmite calma de puertas hacia afuera y alude a que lo comprimido del calendario magnifica esos picos y valles, pero los fríos números le ponen varios asteriscos a esa aparente tranquilidad.

La realidad es que el Unicaja ha igualado en estos días su peor racha en ACB en esta temporada, que asciende a encadenar tres derrotas. Las sumó en noviembre -mes fatídico para el equipo- ante el Baskonia, el Delteco GBC y el Morabanc Andorra. Ahora tocó fondo con los tropiezos frente al Montakit Fuenlabrada, Real Betis y Real Madrid. Situación que le coloca en uno de los acantilados de la clasificación, el octavo puesto -no estaba tan abajo desde la jornada 14-. El anhelo era ser cabeza de serie en las eliminatorias por el título, pero ahora queda más cerca salir del play off. De hecho, la brecha no es mayor porque los rivales directos tampoco sumaron este fin de semana. Sí lo hicieron los del Principado, que rebasaron a los de Los Guindos. Un balance 14-11, que los cajistas comparten con el noveno clasificado, el Iberostar Tenerife. Los de Katsikaris visitan este domingo el Carpena en un choque trascendental. De perder quedarían a una victoria más el average a falta de ocho partidos. Si los de Plaza ganan por más de cuatro, la situación sería inversa. Escenarios que dan alcance de la relevancia del encuentro.

El equipo demuestra que puede competir con cualquiera, pero evidencia cansancio

Tesitura a la que se llegó por varios caminos. El primero, la lesión de Shermadini. Faro interior del equipo, la plantilla queda algo descompensada en su ausencia al carecer de un siete pies al poste. Su repuesto, Livio Jean-Charles, guarda los menos parecidos con el georgiano. Ante Tavares se evidenció la necesidad de un jugador de ese perfil. Pero no solo en la parte de atrás, en aro ajeno el conjunto de Plaza también sufre sin él. Su poderío en la zona -especialmente ante equipos de la zona media- descongestionaba mucho la ofensiva cajista. Pese a ser el cuadro español menos damnificado de los que juegan Euroliga, la baja de Shermadini está doliendo en demasía.

También el fatigante calendario, que está pesando tras la Copa del Rey. En el vestuario eran conscientes que tras la cita de febrero las piernas pesaban más, pero ahora lo están comprobando. Circunstancia que está afectando en la alambrada defensiva, más pertrechable del inicio de marzo a esta parte. Desde Belgrado a anteayer se jugaron 11 partidos, con una media de 86.3 puntos encajados por choque. Un promedio muy superior a los máximos que rigen el libreto de Plaza, que explicaba esta preocupante tendencia. "Somos un equipo muy ordenado cuando nos llega la sangre a la cabeza en defensa, pero eso con cierta lógica a final de temporada cuesta. El nivel de carga es muy grande", comentaba el barcelonés de su plantilla, que perdió la condición de mejor cerrojo de la Liga Endesa.

Diapasón que perderá fuerza con el adiós a la Euroliga. Está por ver cómo sienta al equipo este nuevo escenario, una vez están acostumbrados a este ritmo competitivo. Plaza dispondrá de más tiempo para preparar los encuentros, como a él le gusta, pero el equipo tampoco se probará ante conjuntos de gran potencial, lo que también repercute en mejora. Los resultados marcarán el aprobado o el suspenso en esta cuestión. Sí parece claro las piernas de algunos necesitan un respiro, que ahí tendrán.

En ACB queda una hoja de ruta peliaguda por delante, con algunos encuentros de alta dificultad. De los nueve rivales, cuatro están dentro del play off -que implican visitas complicadas a Gran Canaria y Valencia-. No entra ahí el Iberostar Tenerife, aunque la dureza es similar. Además, viaje a pistas duras como el Sar o el necesitado Olimpic de Badalona. El equipo da sensación de poder competir contra cualquiera, esta semana pasada es un ejemplo, pero también transmite señales inquietantes. El abanico de errores se cierra.

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