Eduardo García, presidente del Unicaja, quiso tirar de optimismo de cara al desenlace de la final. Y no pudo ser más gráfico para explicarlo. "A lo que aspiramos es a ganar el viernes y volver el miércoles. Tenemos los billetes e intentaremos gastarlos", comentó el mandamás, que tiró de paciencia para explicar lo ocurrido: "Esto es una batalla y espero que seamos capaces de ganar la guerra".

"Esto tiene tres partes", se apresuró a acotar Eduardo García. Y es que se marchó contento por el talante guerrillero que mostraron sus jugadores durante los 40 minutos. "Este momento no es más que para dar ánimos. Han trabajado mucho para ganar y durante tres cuartas partes del partido hemos estado arriba. Nos han ganado, pero sabíamos que se podía ganar o perder, la cosa era ser competitivos como hoy [por ayer]", indicó.

Hablar de justicia a estas alturas de la competición es algo que ya no tiene mucho sentido, según el presidente cajista. "Hay que tener fair play y saber dónde estamos. Este es nuestro momento, es una final europea, que es un sueño, y hemos llegado los dos mejores equipos de Europa en esta competición. Y nos estamos matando para sacarlo", comentó García, que apeló dos veces a la misma expresión para imantar el 1-1: "El viernes si Dios quiere les vamos a meter mano".