Nemanja Nedovic fue el hombre del partido en el Príncipe Felipe. Se marchó del parqué saludando a los aficionados locales, que le ovacionaban. Y se hacía fotos y les firmaba autógrafo. Síntoma de cómo fue su exhibición, con 20 puntos tras el descanso.
Sobre su actuación personal, Nedovic dijo en los micrófonos de Cope Málaga que "tenía las piernas frescas y sabía cómo ganar el partido. Mi concentración fue muy buena", explicaba con simpleza el escolta serbio, que recordó que aún no tiene sensibilidad completa en el dedo que le tuvo parado durante dos meses. Ese aliento físico extra, mes y medio después de volver, es una grata noticia. "El dedo sigue igual, no lo siento, pero estoy acostumbrado ya y puedo trabajar sin problemas. Trabajo con Diego [Vázquez, preparador físico] y Mario [Bárbara, fisioterapeuta] para mejorar", recordó.
"Es muy difícil jugar en Zaragoza, perdimos muchas veces aquí. Empezamos la segunda vuelta con una victoria y siempre es bueno. Antes del partido recordamos que nos ganaron en Málaga y estuvimos muy motivados", decía Nedovic, que valoraba que "hemos jugado muy listos en la segunda parte. Jugando así podemos jugar con cualquiera y ganarle. Tenemos que ser más consistentes y trabajar más".
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