Aún resuena el alboroto del Carpena con cada voraz defensa de Alberto Díaz ante el Barcelona. El pelirrojo llevó al límite a nombres del nivel de Rice, Oleson o Claver. Cada mano del canterano llevó al Unicaja a una victoria de prestigio, chafada en parte por la derrota en Múnich. Europa aparte, el próximo envite en Manresa, colista de la tabla, invita a soñar con un triunfo que acerque un poco más al cuadro verde a la próxima Copa. "Es vital para nosotros la victoria. Ganar al Barcelona no sirve de nada si no sumamos una victoria ante el Manresa", comentó Alberto.

Con un balance de 1-8, el equipo entrenado por Ibon Navarro pasa por un momento muy complicado, con bronca entre Navarro y Andric como añadido. Los manresanos sólo hicieron morder el polvo al Real Betis. Curiosamente, esa victoria llegó en la carretera, lejos de un Nou Congost siempre peligroso para cualquier rival: "Es una pista muy complicada, con una gran afición que está todo el partido animando y apoyando a su equipo".

Por eso, Alberto aboga por borrar del disco duro la racha de derrotas del rival de mañana. "No hay que mirar la clasificación porque ellos están con el agua al cuello y necesitan una victoria para seguir", advierte el base, haciendo referencia a la imperiosa necesidad del Manresa por volver a la senda del triunfo.

A lo lejos asoma la Copa, que volverá a vender cara su clasificación un año más. A pesar de todo, las miras del Unicaja pasan por la batalla en el Nou Congost: "No podemos entrar en el error de ir mirando cábalas o posibles cruces, sólo debemos pensar en el Manresa". Le llega a los de Plaza la cita después del tropezón continental frente al Bayern, un partido que "tuvimos en nuestras manos", pero en el que "sobre todo en el tercer cuarto no estuvimos al nivel físico que estábamos manteniendo".

Choques "muy intensos" como el de Múnich son aquellos que "se escapan por detalles". Los mismos que hicieron peso para que el Unicaja arrebatara al Barcelona una victoria que los de Bartzokas tenían en el zurrón. Los tres tiros libres salvadores de Fogg fueron el colofón a una demostración de amor propio en la que Alberto Díaz fue el capitán. "Doy las gracias a todo el mundo por apoyarme y por estar con el equipo. Están saliendo las cosas bien y estamos en una buena dinámica, que es lo importante", confiesa el canterano.

Hacía referencia Alberto al carrusel de merecidos elogios de los últimas semanas, acrecentados tras su gran actuación ante el cuadro culé. Curiosamente, Alberto volvió a sacar a pasear un cada vez más convincente lanzamiento de tres. Ahí está otra de las evidentes mejoras del malagueño, con confianza y galones como para sacar cabeza en una de las plantillas más triplista que se recuerda en el pasado reciente del Unicaja.

Ahora los esfuerzos de Plaza y sus jugadores se centran en no dar la de arena de nuevo fuera de casa. No vence el Unicaja lejos del Carpena desde que lo hiciera en la cancha del Iberostar Tenerife, el pasado 23 de octubre. La oportunidad de revertir la situación es ahora la máxima para los de verde, que buscarán ante el colista un triunfo con el que seguir marcando el camino.