Unicaja

Pendientes de la evolución de Suárez

  • El capitán cajista sufrió un golpe en el gemelo con el cedido Romaric, con poco espacio en el encuentro

Carlos Suárez captura un rebote. .

Carlos Suárez captura un rebote. . / javier albiñana

En una noche aparentemente plácida, las alarmas se encendieron en el Unicaja. Recién iniciado el último cuarto, Carlos Suárez sufrió un encontronazo con Romaric Belemene que lo tuvo tendido en el parqué durante unos instantes. Tuvieron que entrar las asistencias para atender al capitán cajista, quien se sentó ayudado en el banquillo para no entrar más en el juego.

Suárez tuvo que seguir el último cuarto del triunfo ante el Manresa con hielo aplicado en el gemelo de su pierna derecha. El choque fortuito se produjo en una acción defensiva donde el de Aranjuez corría para tapar un tiro desde la esquina al que tuvo que acudir forzado Waczynski. "En la resonancia que le han hecho se veía un poco de líquido. Mañana tendrá dolor, no sé si lo incapacitará pero esperamos que no sea nada", comentó al respecto Joan Plaza en rueda de prensa, y describió la situación en la que se produce el golpe entre ambos jugadores: "Ha sido en un impacto con Romaric, pero él es una roca el cabrón y no se ha hecho nada. Es que han sido distintos lugares. Ha sido entre zona muerta y hueso el choque, pero esperamos que no sea nada".

Mala suerte para Carlos Suárez, sobre el que se ponen los ojos ahora en el mismo día en que Nemanja Nedovic tuvo que ver el partido desde casa. El serbio no se vistió de corto por el esguince de tobillo sufrido el fin de semana en el Palau Blaugrana durante la derrota ante el Barcelona. El escolta cajista no pudo entrenar en toda la semana y el cuerpo técnico prefirió tomarse con cautela su situación, a pesar de que la torcedura no revestía gran importancia. Ahora tendrán, tanto él como Suárez, tiempo para evolucionar hasta que llegue el choque ante el Baskonia.

La mala suerte también quiso que el impacto del madrileño fuese contra el canterano cajista Romaric Belemene, quien volvía al Palacio de los Deportes José María Martín Carpena vistiendo los colores del Manresa, donde cumple temporada como cedido. El congoleño apenas dispuso de cinco minutos, especialmente por las dos rápidas faltas que hizo en sólo dos minutos durante el segundo cuarto. Eso retardó la aparición del alero, bien recibido por la afición, lo que no le impidió dejar un tapón tremendamente vistoso a Jamar Smith.

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