Resulta paradójico, pero el día en el que Joan Plaza sube a la cima como el entrenador con más partidos en la historia de la entidad de Los Guindos puede ser uno más del ocaso de su etapa en Málaga. El vínculo con el club termina el 30 de junio, aunque, en este momento, parece que existe buena sintonía para que la unión se extienda alguna temporada más. El catalán dio el primer paso para refrendar con negro sobre blanco esa sociedad que forma con el Unicaja desde hace poco menos de un lustro. "Me gustaría seguir. ¿Por qué no hacer un proyecto a largo plazo", deslizó el técnico, en unas palabras que vislumbran firmeza y decisión.
Contundencia con la que también dejó caer una sensación que a él le escama. "No quiero sentirme mal porque no me estén proponiendo renovar, si finalmente el club decide que debo seguir. Sí que me gustaría, sería bueno, elegante y digno que me dijeran mira no contamos contigo", reconoció Plaza, que se resigna a los tiempos marcados por el Unicaja: "Os juro, nunca lo hice, que no estoy descentrado porque no me hayan propuesto renovar, que a veces se hace en la Copa del Rey. Cada uno tiene su proceder, si se plantea quiero que se haga bien y lo trataremos. Creo que puedo aún ser mejor, trabajo para ello".
La nueva filosofía vitalista del catalán le permite afrontar este impás más sereno. "Por suerte o por desgracia, aprendí aquí en Málaga hace dos años que quiero vivir el momento. Ahora no hay nada que me vaya a sacar de mi rumbo, estoy muy centrado en lo que hago. Hace cinco años estaría muy preocupado, tenso y rabioso porque otros están renovando y a mí no me han ofrecido nada. La presión que viví hace un par de temporadas me dijo que tengo que vivir más, que no tengo que estresarme, que no podía ser. Tengo que sentir más las cosas, vivir más el día a día y confiar más en el trabajo que hago diariamente", prosiguió el entrenador cajista: "Si es mi última, quiero dejar al equipo lo más alto posible, en sus límites. Hay cosas que ayudarán o no en este tramo final".
Posturas al margen, sí valora el catalán lo recorrido hasta ahora. "Es evidente que todo el mundo soñamos con trabajar en el entorno que deseamos, en lo que queremos y que eso se vincule al éxito o a la buena marcha del club, de todo en general. Desde el 1977 que empecé a entrenar me costaría recordar entrenadores que han estado más de 3 años en un lugar. Entiendo que es una parte muy frágil. No lo soñé y me siento muy orgulloso de llegar a este encuentro y vivirlo", comentó, recordando una curiosa experiencia: "Cuando llegué a Málaga me llamaron y me dijeron que el Unicaja era para estar uno o dos años y fuera. Estamos en la quinta temporada".
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