Las vidas de Romaric Belemene y Viny Okouo discurrían al mismo son hasta este verano. El primero nació en Pointe-Noire, mientras que el segundo lo hizo en Brazzaville, las dos ciudades más importantes de la República Democrática del Congo. Se hicieron mayores en el Clínicas Rincón hasta que Viny fue reclutado por Plaza y Romaric salió a buscarse las habichuelas en Manresa. Mañana la vida de ambos se citan en un duelo histórico para ellos.

"Será especial jugar contra Unicaja y también histórico porque jugaremos dos congoleños", comentaba ayer Romaric en Cope Málaga. Al alero le ha tocado torear en una plaza complicada, como sucediera tiempo atrás con Pepe Pozas o Alberto Díaz, para el que sólo tuvo buenas palabras: "Alberto es un espejo para todos los canteranos". El Nou Congost, por tanto, será testigo del reencuentro entre dos amigos, ahora rivales. Viny prosigue con su evolución a las órdenes de Plaza, sin olvidar el esencial trabajo que N'Dong realiza cada entrenamiento con él. En el pívot se tienen depositadas muchas esperanzas y ya ha dejado su sello esta temporada en alguna ocasión. El entrenador catalán confía en su crecimiento y dosifica su participación en pista en su primer año en la élite.

En la misma coyuntura se encuentra Romaric, que promedia nueve minutos por partido con no demasiada incidencia en el juego ofensivo del hasta la fecha colista de la competición. En Manresa pasará los próximos dos años como cedido, aunque en el seno del Unicaja tienen muy en cuenta los progresos del atlético alero congoleño.