Rubén Domínguez González fue captado por el Unicaja con sólo 11 años, cuando aún jugaba en minibásket. Es natura de Puerto Real (Cádiz), desde muy pequeño apuntó maneras. De hecho, la que ayer acabó fue la tercera Minicopa en la que interviene. Con esos 11 años ya jugó en Gran Canaria. También en La Coruña participó y ahora ha sido, cuando sí ha competido con jugadores de su edad, cuando ha explotado definitivamente.

Domínguez fue elegido en el mejor quinteto del torneo, en el que estuvieron el búlgaro del Madrid Kostadinovic, a la sazón MVP, su compañero Maganto, el baskonista Sow y el barcelonista Nogués. Promedió en la Minicopa 16 puntos, cinco rebotes y 1.5 asistencias Domínguez, que llamó la atención de los especialistas en baloncesto base. No es usual un jugador infantil con esa capacidad de tiro. Como varios de sus compañeros de equipo (Pablo León, Iván Ruiz, Juanjo Castro), ya ha sido citado por selecciones inferiores de la FEB en el proceso de detección de talento que se realiza desde que los niños tienen 12 años. Y en su generación, la de 2003, está catalogado como el que más aptitudes tiene.

Evidentemente, hay un margen de error en la proyección futura de un jugador de sólo 13 años, hay muchos factores que intervienen en el progreso. Desde la mentalidad y el entorno hasta cómo influye el desarrollo físico. Mide 1.84 metros Rubén Domínguez, que ha crecido 20 centímetros en los dos últimos años. Por fisonomía y desarrollo, parece que debe superar ampliamente el 1.90 cuando acabe de formarse. No es sólo su capacidad anotadora, que es enorme para su edad, son detalles técnicos poco frecuentes. Ahora juega un poco de todo, se le obliga a subir el balón para mejorar el manejo, quizá tenga proyección de escolta, pero aún es pronto para decirlo con rotundidad.

Como casi todos los niños becados en edad menor que junior, Rubén Domíguez vive en la residencia de La Térmica, en la Diputación, a pocos metros de Los Guindos. Allí está desde los 11 años. Normalmente el Unicaja no recluta a jugadores de fuera de Málaga antes de edad infantil, pero con Rubén hizo una excepción. Sus notas son excelentes y es un chaval maduro para su edad, muy querido por sus compañeros. Es el capitán del equipo y "un chaval muy noble", según dicen desde el club.

En esta generación de 2003 destaca ese detalle de la buenas notas, es un equipo casi de sobresaliente de media en el colegio. Para mantener la beca a los jugadores, el Unicaja exige aprobar cada curso, no repetir. Ha habido algún caso reciente que ha ocurrido eso. No en este equipo.

Una semana después de jugar la final del Adidas Next Generation de Coín contra el Real Madrid en categoría junior, ahora se jugó la final de la Minicopa en infantiles. Ahora, se seguirá jugando la Liga Cadete de Málaga y vienen torneos en Tenerife y Castelldefels.