El Unicaja selló el billete del ICL Manresa a la LEB en un ejercicio de profesionalidad y suficiencia. Puso el despertador el último jugador de la rotación, Viny Okouo, en el segundo cuarto y el equipo malagueño se desperezó. Tuvieron que aparecer Fogg y Smith en la segunda parte para rematar a un animoso rival (91-75). Los dos últimos partidos, en Barcelona y ayer, han mostrado síntomas de que el Unicaja necesita el descanso que viene. Más mental que físicamente. Tiene que recargar ambición para llegar al play off con ganas de baloncesto y la batería llena. 10 días sin competir vienen bien para recuperar fuerzas y ponerse las pinturas de guerra. Plaza no contó con Nemanja Nedovic, al que en otra circunstancia probablemente se hubiera forzado. Es humana la relajación y se entiende cuando se hace un esfuerzo mínimo para ganar.

En la peor entrada de la temporada, no hubo tampoco una atmósfera competitiva alta. La inercia tras el subidón de la Eurocup había mantenido en picos altos de rendimiento al Unicaja, cerca de su tope. Y realmente ha ganado cuatro de sus últimos cinco partidos en ACB, una media que se firmaría con sangre. Hay que poner en perspectiva todo el esfuerzo realizado y los resultados positivos. En, quizá, el partido más importante del día para el club, el Madrid ganó en Turquía y está a un triunfo de eliminar al Darussafaka y certificar la presencia malagueña en la Euroliga.

No viene mal ese descanso. El Unicaja salió bien (15-8), pero pero entró en combustión Pere Tomás, otrora proyecto de alero de selección española, con tres triples para un parcial de 3-15 a favor del equipo de Manresa, que dominaba al final del primer cuarto (20-25). Empezó a contagiarse el Unicaja de la baja calidad de un Manresa que, eso sí, compitió de manera admirable para sus limitaciones y su posición en la tabla. Viny Okouo, que se ha presentado al draft de la NBA, tuvo minutos ante la desidia de Omic y Musli, y levantó al equipo con ganas y actitud. Metió ocho puntos y cogió tres rebotes. E impactó en los dos lados de la pista en apenas siete minutos. Jamar Smith se enchufó con dos triples y al descanso había una renta que parecía una lanzadera (42-34).

Pero tardó el Unicaja en carburar de nuevo. Lo hizo cuando se vio por debajo (46-47) con otro achuchón de Tomás, que se reivindicaba en Málaga. La respuesta de los americanos, Smith y Fogg, fue fulminante. Los dos se combinaron con triples y asistencias para distanciar al Unicaja, que también había elevado el nivel defensivo gracias a Alberto Díaz. Fogg metió un triple sobre la bocina del tercer cuarto (67-55) después de un gran tapón del canterano cajista Romaric Belemene sobre Smith. Eso y un triple fue lo más destacado del congoleño.

Ya en el cuarto final Fogg firmó una estadística enorme (18 puntos y 13 asistencias) y Brooks regaló un catálogo de mates de concurso. Suárez salió lesionado y fue un recordatorio más de que viene bien el tiempo muerto.Unicaja (20+22+25+24) 91: Fogg 18, Smith 17, Waczynski 8, Brooks 16 y Musli 6 -quinteto inicial-. Okouo 12, Díaz 0, Díez 0, Lafayette 5, Suárez 4 y Omic 5.ICL Manresa (25+9+21+20) 75: Machado 7, Suggs 9, Tomás 19, Auda 3 y Rey 5 -quinteto inicial-. Cvetkovic 0, Aranitovic 14, Cakarun 4, Trapani 11, Belemene 3 y Costa 0.Árbitros: Pérez Pérez, Oyón y Serrano.Incidencias: Partido de la jornada 31ª de la Liga Endesa, disputado en el Palacio de los Deportes José María Martín Carpena ante 3.891 espectadores.