Baloncesto | real madrid-unicaja

Una imagen sin alma (89-57)

  • A los problemas de juego el Unicaja añade falta de orgullo en Madrid para encajar otra paliza

  • Bajada de brazos rápida para pensar en Andorra

Duele ver al Unicaja bajando los brazos en el tercer cuarto, si no antes, de cada partido, fuera de ellos, sin opciones. Una reacción de orgullo ante el Zalgiris impidió una humillación en esa situación, pero ante el Real Madrid la cabeza estaba en otro lado. Un equipo triste, sin energía, ausente. Después de meterse en la Euroliga con todo el mérito quema la sangre esta imagen. Enfrentándose al Madrid más abordable, por las bajas y tras tres derrotas, del último lustro no tuvo opciones de partido nunca. Se abandonó, otra vez, el equipo de Joan Plaza y se puso bajo el paraguas a dejar que pasara el partido como quien observa crecer flores en el campo. No hay baloncesto, tampoco hubo orgullo en el WiZink Center (89-57)

El partido importante de la semana es el de Andorra, ese parecía el mensaje. Así camina el Unicaja por la Euroliga, repartiendo esfuerzos físicos y mentales pese a tener una plantilla de 14 jugadores. Si falta Nedovic, el Madrid no tiene a tres titulares. Y cuesta encontrar un equipo de la competición sin ausencias por el devastador calendario. Pero toca priorizar. La Liga es el filetes con patatas y la Euroliga el postre, más o menos. Seguramente tenga sentido práctico, pero no gusta.

3-5Balance. El equipo se cae a dos victorias del 50% colocado como objetivo

Con un Madrid con ausencias claves en el juego interior, el Unicaja no fue capaz de encontrar a sus grandes. Por poner un ejemplo, en el primer tiempo sólo generaron dos puntos los pivots, un tiro libre de Shermadini y otro de Augustine. Es cierto que desde fuera no metió tampoco. Realmente, no metía desde ningún lado. Con 10/32 en tiros de campo, poco superior al 30%, es difícil caminar por este tipo de competiciones. Y no es algo nuevo. Finalizarían con 10 puntos tras 40 minutos.

Joan Plaza aplicó algunas novedades, metió a Soluade en la rotación como el escolta suplente, ordenó una zona 2-3 tras canasta, falta o saque de banda. Puso a Musli antes que Augustine, pero el serbio no demandó esta vez minutos sobre la pista. No cerró bien varios rebotes y defensivamente estuvo pasivo. Colocó a Dani Díez también de cuatro. Después de un 5-9 para el Unicaja, el Madrid se enchufó. Resucitó Rudy Fernández y encandenó un parcial de 12-0 el Real Madrid para ya decantar el partido (26-12). No bajaría ya de los 10 puntos de desventaja.

Se echaba de menos a McCallum, que debe ser más agresivo, no sólo en situaciones perdidas o juego roto como en la remontada ante el Zalgiris. Debe hacer hábito de lo que apunta esporádicamente. Pero en general es un problema del equipo, no hay sucesión de pases, se abusa del bote aunque se carece de desborde en la mayoría de los jugadores. Apenas Brooks tenía algo de chispa, en otro momento Alberto, que enlazó un triple y una canasta tras bote, después Milosavljevic... Pero sin continuidad. No hay fluidez ofensiva, el porcentaje de tiro al descanso era evidente.

Más de lo mismo después. En declaraciones al descanso a Movistar, Plaza apuntaba a la falta de puntería como causa de la diferencia (40-27). Pero realmente, más allá del hueco deportivo que haya entre los equipos, es una cuestión de fe. Al principio del partido Salin tomó responsabilidad con tiros, pero no debe ser ese su rol más allá de que ante el Estrella Roja pusiera cuesta abajo el partido. Las jerarquías están difusas y no ayuda a la hora de repatir responsabilidad.

El show de Doncic, que debutó ante el Unicaja oficialmente y que suele hacer grandes actuaciones (como contra los demás, ciertamente) ante el equipo malagueño, acabó por sepultar al Unicaja, más allá de los 20 puntos de diferencia (58-38), después en los 30 (83-52). Otro partido fuera de casa en el que en el tercer cuarto el Unicaja ya estaba muy fuera del partido. Por cómo rotó Plaza parecía claro que la mente y los esfuerzos estaban en Andorra el próximo domingo, no en el WiZink Center. Minutos para que meritorios pudieran cambiar alguna opinión del entrenador no aprovechados.

Sin baloncesto, sin orgullo tampoco. Un Unicaja muy triste, con el peor ataque de la Euroliga y la sensación de que el año va ser muy largo. Cambian rápidamente las sensaciones con tanto partido, pero, visto lo de este jueves, el domingo se debería salir en la bombonera andorrana como toritos.

Real Madrid (19+21+22+27) 89: Campazzo 8, Doncic 13, Causeur 5, Maciulis 7 y Tavares 8 -quinteto inicial-. Rudy 14, Radoncic 0, Felipe 7, Carroll 17, Thompinks 5 y Taylor 5.

Unicaja Baloncesto (12+15+11+19 ) 57: McCallum 4, Salin 3, Milosavljevic 10, Brooks 7 y Shermadini 3 -quinteto inicial-. Soluade 2, Díaz 10, Díez 6, Waczynski 4, Augustine 1, Suárez 1 y Musli 6.

Árbitros: Radovic (CRO) Silva (POR) y Reiter (GER).

Incidencias: 8ª jornada de la Liga Endesa 2017/18. Encuentro disputado en el WiZink Center de Madrid ante 8.260 espectadores.

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