Las salidas de Jamar Smith y Kyle Fogg ponen al Unicaja en un punto poco conocido desde que se iniciara la era Plaza. Por segunda vez (la primera fue en su campaña de estreno), el técnico catalán y el club tienen abiertas todas las posibilidades que ofrece el mercado, obviamente siempre que salvaguarden el orden en las arcas. De hecho, en el Unicaja entienden que hoy por hoy es más factible hacerse con producto americano que europeo y esta semana podría haber novedades con respecto al base, claro objetivo a corto plazo del Unicaja.

Esta situación, a pesar de lo que se pueda pensar, no pilla por sorpresa en Los Guindos. El nulo protagonismo de Fogg en el tramo final de temporada ponía al compulsivo anotador en la rampa de salida. Salvo en ocasiones muy contadas, el californiano no ha sido ese jugador de destellos en el que se confiaba. Algo similar a lo ocurrido con Smith que, aun siendo clave en el título de la Eurocup (dos triples seguidos catapultaron al Unicaja en el decisivo partido en Valencia), nunca dejó sensación de continuidad, aunque prácticamente nadie en el club duda de su talento.

Mucho menos Plaza, cuya confianza en Smith siempre fue pública. Fue su apuesta en detrimento de Toolson hace dos veranos y el que le dio una segunda oportunidad después de un primer año de dientes de sierra. Pero todo eso cambió y, entre otros, Plaza se refería a Smith cuando hace apenas unos días instaba al Unicaja en su novedosa pagina web a tomar "decisiones incómodas". Con esa declaración de intenciones sobre la mesa, el club decidió abonar los 25.000 dólares de cláusula y dar carpetazo a la etapa de Smith en Málaga.

Ahora la cautela es la nota predominante en las oficinas cajistas. Se apuntaló la plantilla con renovaciones esperadas y se echó la red hace unos meses a Milosavljevic. Sin olvidar, por supuesto, la oferta formal presentada en la ACB por Shermadini, la cual puede igualar Morabanc Andorra hasta el miércoles. Toca acertar, y de pleno, a tenor de las expectativas del entrenador para la ilusionante campaña que viene.

Se busca un base que repunte de forma exponencial el nivel de la plantilla, que deje una impronta en el Carpena. En definitiva, que sea un bastión de mando y anotación tras el estrepitoso fracaso de Lafayette. Con la quimérica opción de Granger aparcada, Unicaja mira al otro lado del charco con la tranquilidad que dejan las dos plazas de extracomunitarios libres. En esta semana se hará balance de las negociaciones abiertas y hará al club centrarse definitivamente en el que será el director de juego.