ICL MANRESA | UNICAJA

Si los pívots la pasan... (70-89)

  • El Unicaja somete al Manresa gracias a las salidas en el primer y tercer cuarto. Suárez y Musli destacan numéricamente con cifras completas y Díaz y Waczynski rematan el cuadro.

Carlos Suárez  con el balón ante los jugadores del ICL Manresa.

Carlos Suárez con el balón ante los jugadores del ICL Manresa. / Susanna Sáez (Efe)

Los equipos en los que los interiores son los mejores pasadores suelen desprender buen baloncesto. El juego entre pívots suele ser una nota común en equipos que circulan bien el balón. En otra escala, véanse los Spurs. Entre Musli y Suárez sumaron 10 asistencias en Manresa, más que todo el Manresa (nueve). Los dos fueron los más valorados (22), los dos se alimentaron. Cuando en el interior hay inteligencia un equipo suma. Es un síntoma más del crecimiento del Unicaja, que enhebró su tercera victoria seguida en la ACB. Fue en el Nou Congost, otrora inabordable y ahora más accesible, pues acoge al colista de la competición, con sólo una victoria. El equipo de Joan Plaza no falló en la pista del colista (70-89), con un partido en el que sus salidas en el primer y tercer cuarto le dieron la diferencia necesaria para mandar y para intimidar.

El hábito de la victoria (cinco de seis es la racha, una secuencia que se firmaría para los restos) se instala en el Unicaja. El nivel de los rivales será superior al de este Manresa, con bajas que le hacen bajar el nivel. Apenas destacó el talentoso serbio Aranitovic, que en el tercer y el último cuarto, con casi todo perdido, le echó morro para subir sus acciones. Pero hay que tener la mentalidad adecuada para aproximarse al partido. Y detalles como que se domine por 16 puntos antes del final del primer cuarto (11-27) hablan de que eso ocurrió. Buenas noticias variadas. No hizo falta el supersónico Fogg, que apenas jugó 12 minutos y que dejó la capa de héroe para otros partidos. Waczynski eleva el diapasón de rendimiento y acumula más minutos buenos. Fue el máximo anotador cajista (17 puntos, 14 antes del descanso, cuando el partido estaba en lo alto) y va perdiendo el miedo. Musli dejó un doble doble (16 puntos y 10 rebotes) en el regreso a la ciudad en la que su carrera cambió y la pareja Suárez-Díaz otorga una solidez tremenda, elevan el nivel defensivo y además lo adornan con números. Los roles van cuajando y hay alternancia en los buenos partidos.

Salvo el 2-0 inicial, el equipo de Plaza dominó siempre el partido. El técnico rotó a los tres pivots y sorprendió dejando de salida a Musli fuera. Seguramente quería marcar el nivel defensivo con N'Diaye. Y no le salió nada mal, al final del primer cuarto el ritmo era de paliza (16-31).

Una reacción del equipo local, con un parcial de 0-6, recortó distancias (26-37). Ibon Navarro, técnico local, bajó el quinteto. Introdujo a Romaric Belemene, canterano cajista cedido, como cuatro y creó algunos problemas más en defensa. Pero no bajaba de los 10 puntos de distancia el partido. Waczynski apareció para dar más puntos. 14 llevaba al descanso, justo los que separaban a los dos equipos (36-50). El 63% de acierto en tiros de campo y el dominio en el rebote (9-17) justificaban el triunfo.

En este tipo de partidos el paso por el vestuario puede cambiar tendencias. El Unicaja se ocupó deque no fuera así. 0-9 de salida, con canastas fáciles. La capacidad de reacción catalana no existía y la diferencia ya se hacía sólida por encima de los 20 puntos (38-62, tras triple de Lafayette, 40-69 tras otro de Waczynski).

De ahí al final del encuentro fue un quiero y no puedo local y a beneficio de inventario. Los puntos del joven serbio Aranitovic revitalizaron al Manresa tras un parón por problemas con el marcador. Y hasta se bajó de los 20 puntos de renta (57-73) ante el enfado de Joan Plaza. La vuelta de Alberto Díaz a la pista propició que se recuperara el nervio defensivo y que la victoria no peligrara. La Copa está más cerca y el sábado llega al Carpena el Valencia, un partido muy motivante para todos.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios